Durante sus 19 años de relación con Pedro Zerolo, Jesús Santos siempre se mantuvo en un voluntario segundo plano. A pesar de que se habían conocido luchando por los derechos LGTB en la asociación COGAM, decidió dar un paso atrás y ceder todo el protagonismo a su marido. Hoy, un año después de la muerte del venezolano, el diseñador gráfico quiere seguir así, manteniendo un perfil bajo, sin llamar la atención.
El marido de Zerolo, como así se sigue considerando -la palabra viudo no entra en su vocabulario-, sólo se deja ver en homenajes al político, como el pasado 14 de mayo cuando se inauguró la plaza Pedro Zerolo de Madrid, o hace unos días durante el pregón de las fiestas del Orgullo. "Pedro es mi marido y yo soy el suyo", confesaba hace unos años en una de las pocas veces que habló con la prensa.
Sencillo, algo reservado, muy agradable y una persona muy culta, Santos se convirtió en el mayor apoyo de Zerolo durante sus últimos meses de vida. "La enfermedad la pasamos los dos. Los dos estamos enfermos. Asumimos el cáncer como algo de los dos, eso me ayuda muchísimo y a Jesús también. Nos casamos para lo bueno y para lo malo, en la salud y la enfermedad", confesaba Zerolo en una entrevista a LOC.
Pedro es mi marido y yo soy el suyo
De su boda hace ya once años. No obstante, la historia de aquella unión comenzaba dos años antes cuando Zerolo y Santos se presentaron en el registro civil junto a otros activistas para exigir su derecho a casarse. Corría el año 2003 y aún gobernaba el Partido Popular. Aquel sueño parecía imposible.
Sin embargo, con la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero, la ley del matrimonio homosexual se hizo realidad un 3 de julio de 2005. Sólo unos meses después, la pareja quiso hacer visible aquel tipo de bodas con una ceremonia por todo lo alto. "Entonces, aún había miedo y muchos novios se casaban sin que fueran sus familias. Yo quise hacer visible aquellas bodas y que hubiera una ceremonia civil, alegre", recordaba en aquella entrevista.
La ceremonia en la Junta Municipal de Centro mezcló la excitación de amigos, familiares y compañeros de trabajo, con el significado de una boda que representa la culminación de una reivindicación histórica por la igualdad y los derechos de los homosexuales.
A la boda asistieron gentes tan dispares como el secretario de Organización del PSOE, José Blanco; la presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays y Transexuales (FELGT), Beatriz Gimeno; los presentadores Jesús Vázquez y Boris Izaguirre; y la actriz y presentadora Cayetana Guillén Cuervo, entre otros.
UNA CEREMONIA POR TODO LO ALTO
La ceremonia comenzó con toda puntualidad a las 12 del sábado y se prolongó durante unos 30 minutos. Con la sala totalmente repleta, entre un calor considerable, primero entró Trinidad Jiménez, y luego los novios, que fueron aplaudidos en medio de un estallido de emoción, con una canción interpretada por la cantante y amiga de la pareja Sheilah Cuffi, que junto a un coro, interpretó música gospel en el arranque de la celebración, y otros temas de amor y alegría a lo largo de la ceremonia.
Los testigos fueron el padre de Pedro Zerolo y la madre de Jesús Santos; Zerolo vestía un traje oscuro, con camisa blanca a rayas, sin corbata, y con un crisantemo blanco en recuerdo de quienes no han podido vivir este momento. Su novio llevaba un traje negro, con camisa blanca y corbata negra.
"Hoy nos sentimos muy orgullosos de ser españoles y vivir en un país donde se ha erradicado una discriminación de siglos; no es una día de valoraciones políticas, tengo claro que es el día más feliz y nadie nos lo va a amargar", agregó.
"¿Van a adoptar hijos?", se preguntó a la pareja, y Zerolo contestó: "Estoy seguro de que los hijos vendrán". Sin embargo, nunca llegaron. El tiempo fue pasando, la lucha le llevó muchas horas y cuando pudo ser el momento, la edad no le acompañó.