A la novia de Carlos Falcó (79), marqués de Griñón, se la rifan tanto las agencias de comunicación como las marcas de moda de cierto nivel. Unas y otras ansían que Esther Doña (38) pueda llegar a amadrinarlas en los photocall. Y a ella no parece importarle, a juzgar por los últimos movimientos de ambos.
Desde que se unieran como pareja de hecho el pasado 29 de abril, Falcó y Doña se han puesto manos a la obra para recuperar aquella vida social de la que siempre ha gozado el aristócrata, llegando a contratar incluso a una agencia de representación para que le gestione a ella tanto las apariciones en eventos como los posibles contratos que surjan.
Y parece que lo han conseguido, porque según ha podido saber EL ESPAÑOL, la intención de ambos es que Doña debute en un evento elegante y selecto con una marca de nivel y no de gran consumo, algo que puede tardar aún un tiempo.
Aún así, en las últimas semanas ya se han dejado ver en varios saraos, como la entrega de los premios Yo dona que otorga la revista del mismo nombre y en un acto de la publicación Harper's Bazaar, así como en el Masters Series de Madrid.
Un habitual de las fiestas de la jet set
El marqués de Griñón siempre ha sido un habitual de la prensa del corazón, de los photocalls y de los actos sociales. Por lo tanto, no es de extrañar que, ahora que tiene a Doña a su lado, una exmodelo malagueña, vuelva a recuperar el esplendor de entonces y acudan juntos a fiestas varias, teniendo en cuenta que, pese a oficializar su relación a principios de año, lo cierto es que por estas fechas celebrarán su primer aniversario juntos.
Por lo pronto, el primer paso será ejercer de embajadora de firmas de ropa y joyas en actos en los que no se sienta demasiado cohibida por la prensa y no tenga que hacer frente a preguntas incómodas, como las que se han sucedido en alguna ocasión acerca de su vida anterior a Carlos Falcó, del que asegura estar muy enamorada, tanto que ya viven juntos en el Palacio El Rincón, propiedad del marqués.
Tal es así que en su momento optó por mentir sobre su edad o su estado civil. Doña se describía con unos cuantos años de más para reducir la diferencia de edad con respecto a su pareja y además aseguraba estar soltera, cuando lo cierto es que ha estado casada en dos ocasiones. La primera en 2004, cuando contaba con 26 años, y la segunda en 2011 en Reino Unido.