Tras la amarga ruptura de Melanie y Banderas, el reparto
El acuerdo de divorcio entre la pareja de actores va a traer grandes quebraderos de cabeza en la gestión del patrimonio en común.
23 julio, 2016 23:15Noticias relacionadas
El 6 de junio de 2014 estallaba una bomba informativa: los actores Antonio Banderas y Melanie Griffith iniciaban el proceso de separación para poner fin a 18 años de vida en común. Se trataba de un divorcio complicado económicamente. Era el segundo divorcio de José Antonio Domínguez Bandera, cuyo nombre artístico es Antonio Banderas, y prometía ser una otra pugna económica como lo fue en su momento la millonaria separación de su primera esposa Ana Leza, una mujer con 55 años ahora volcada en la meditación como asidua integrante de la organización mística de origen hindú Siddha Yoga Meditation. En su primer divorcio, dado que Banderas ya vivía con la madrileña Ana Leza en Hollywood, el Tribunal Superior de Los Ángeles ordenó en 1996 que el actor pasara a Leza una pensión mensual de 2.400.000 pesetas durante tres años y cuatro meses, además de otros 570 millones de pesetas en pagos compensatorios y la mitad de los ingresos que Banderas obtuvo por las películas que realizó entre 1987-1995, años en los que ambos estuvieron casados.
En el caso de la demanda de divorcio interpuesta por Melanie Griffith, la actriz solicitó repartirse la "joyería y efectos personales", así como los "ingresos y acumulaciones de la peticionaria desde y después de la fecha de separación", así como otros activos entre los que estaban sus propiedades inmobiliarias. La demanda fue tramitada por la abogada especialista en divorcios Laura Wasser, en cuya lista de clientes han figurado desde la actriz Angelina Jolie a la cantante Britney Spears. La complejidad del proceso radicaba en que, si bien se habían casado en 2004 separación de bienes, firmaron un acuerdo por el que todas sus posesiones pasaban a regirse por el régimen de gananciales. Solo los ingresos de las películas El Zorro, Desperado o Spy Kids, que eran íntegramente de Banderas se salvaron, el resto de las ganancias entre 2004 y 2014 se repartían entre ambos.
El acuerdo
Sólo un año después de anunciarse públicamente su separación, en el verano de 2015, se llegaba por fin a un acuerdo final por el que se estipulaba el pago a Melanie Griffith de 65.000 dólares al mes (unos 60.000 euros) y, además, Banderas sólo podía disfrutar de los beneficios que obtuvo antes de la firma del contrato postnupcial de 2004, pero no de lo generado entre 2004 y 2014.
Melanie Griffith se quedó también con la casa que compartía con su marido en Aspen (Colorado), valorada en ocho millones de euros, y que solo meses después puso en venta. Con anterioridad a este acuerdo, la pareja había vendido por 14 millones de euros su casa de Los Angeles. En el reparto, a Melanie también le correspondió un cuadro de Picasso, mientras que Antonio se quedó con unos dibujos de Picasso y de Diego Rivera y el chalé La Gaviota, sito en la Urbanización Los Monteros, en Marbella, el mismo que la locutora Encarna Sánchez había comprado ex profeso para que Isabel Pantoja veraneara en la Costa del Sol y que, por orden directa del ex alcalde marbellí Jesús Gil, se obligó posteriormente a su venta a Antonio Banderas, ya que este se encontraba en una zona municipal protegida (un vertedero). Se escrituró por debajo de su valor y se pagó presuntamente en dinero negro. Pero esa es otra historia que desarrollaremos en futuras ediciones.
En resumen, Antonio Banderas tenía que guardar de sus ingresos la cantidad de 720.000 euros al año para dárselos a su ex mujer, Melaine Griffith, que en lo profesional desde su separación ha visto resurgir su carrera como actriz aumentando sus papeles. En 2015 participó en la película Day Out of Days y en la TV Movie Nerd Herd. También ha sido invitada en estos años en la serie Hawai 5.0 en la que ha participado en cuatro episodios. Para este año tiene pendiente el estreno de la película JL Ranch y tiene otras dos en post producción TheMasterpiece y Where the White Man Runs Away. En lo personal también parece vivir una segunda juventud. Son famosas sus apariciones en redes sociales con Kris Jenner, madre de las famosas Kardashian.
El patrimonio actual de Banderas
¿Es mucho problema generar 720.000 euros al año para un actor como Banderas, ya consagrado? En principio puede parecer poco para un actor de Hollywood, pero puede convertirse en un problema futuro. En primer lugar, el caché del actor ha caído drásticamente desde el momento del divorcio a la actualidad. Si entonces se valoraba en unos 10 millones de dólares brutos por película en la actualidad su caché es mucho más bajo. Sus intervenciones en películas como Los 33, Bob Esponja: Un héroe fuera del agua o Altamira, esta última pagada en su práctica totalidad por la Fundación Botín y vapuleada por la crítica, le han reportado cantidades mucho más bajas.
Por ello, es importante la evolución de su patrimonio y negocios, que al menos en la parte española dan muy pocas alegrías. El 6 de agosto de 2014, justo dos meses después del anuncio de la separación de Melaine Griffith, se anotó el cierre registral de su sociedad Doncel SA, la que fue muchos años su principal empresa en España y en la figura ahora de administrador. Una empresa dedicada a "la explotación de los derechos de autor relativos a las actividades propias de artistas, así como la promoción y representación de los mismos. La realización de producciones y organización de obras cinematográficas". Una sociedad que no presenta cuentas en el Registro Mercantil desde el año 2008, el año que deja de ser administrador único y pasa ser administrador.
Otra sociedad sin actividad alguna hoy en día es Latin World Networks SA, creada en 2001 y domiciliada en Benalmádena con el objeto social de: "investigación, explotación, desarrollo, creación, ingeniería, diseño, fabricación, instalación, mantenimiento y el comercio de productos y servicios de las nuevas tecnologías de las telecomunicaciones, Internet". También completamente inactiva, sin que ni siquiera conste un depósito de cuentas en ningún año, vulnerando al normativa que establece el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuenta (ICAC), del Ministerio de Economía, sobre la obligación de depositar las cuentas anuales en un plazo nunca superior a los seis mes desde la fecha de cierre del ejercicio.
En Málaga también era socio de Ab Brands SL, sociedad sin ninguna actividad desde el 2011 y dedicada a "la prestación de servicios de gestión, comercialización, promoción, desarrollo y explotación, de la propiedad inmobiliaria, de la propiedad industrial, de la propiedad intelectual, de marcas y de patentes. La prestación de servicios de publicidad, relaciones públicas, promoción de ventas, marketing".
En otra de sus sociedades, Bonsante SL, creada en 1994 y con el último balance depositado en el año 2000, también se repiten las mismas circunstancias de inactividad, aunque el objeto social era muy distinto: "la adquisición por cualquier título de fincas rusticas o urbanas, la explotación, arrendamiento y administración de tales bienes, según convenga para su aprovechamiento industrial, agrícola, urbano etc".
Tampoco hay que olvidar el fracaso en otro de sus negocios, el primer proyecto del Teatro Príncipe Pío SL, en la estación ferroviaria de Madrid, en una sociedad que constituyó con un tercio de capital junto a la Sociedad General de Actores y la empresa teatral Pigmalión, de Luis Ramírez.
Su principal negocio activo rentable en España, donde mantiene su estatus de socio mayoritario, es la empresa inmobiliaria marbellí Glassmore Investments SL, que administra su hermano Francisco Javier Domínguez Bandera. Esta sociedad que tiene un capital social de 8,1 millones de euros y unos activos que superan los 20,1 millones, cerró el año 2014 (último con cuentas registradas) con unas ventas de 1,2 millones de euros y unos beneficios de 200.229 euros.
Es el negocio más boyante en la actualidad de Antonio Banderas en España. Precisamente, solo 6 meses antes del divorcio con Melanie Griffith, el actor amplió el capital social hasta la cifra actual aportando más de 4,4 millones de euros. Antonio Banderas compagina ahora su carrera cinematográfica con la de diseñador de moda. Hoy, el actor malagueño, de 55 años, ha fijado su nueva residencia en la campiña inglesa, a unos 60 kilómetros de Londres. Allí, en la capital londinense se le ve cada mañana en la prestigiosa escuela de diseño Central Saint Martins, en la que ha estudiado cursos de corta duración. Su empeño como diseñador de moda se ha materializado en una colección para una firma danesa unisex denominada Antonio Banderas Design by SELECTED HOMME.
Esta nueva vocación en el mundo de la moda la llevará también a las pantallas de cine para interpretar el papel de Gianni Versace, dirigida por Bille August. Este anuncio coincide con el final del rodaje en Chile de la película de nombre "Salty", en la que se encarga de darle vida a una vieja estrella de rock que se refugia en el país. Su nombre también suena para ser el nuevo presidente de la Academia del cine española tras la dimisión de Antonio Resines. Así, la figurinista Ivonne Blake, presidenta en funciones de esta institución, ha afirmado que la Academia intentará “seducir“ al actor para que se presente como candidato a este cargo en las próximas elecciones. Un Banderas que hace sólo dos veranos todavía no había cicatrizado sus heridas de una separación inesperada y millonaria.