Cuando el amor sale por la puerta los ex entran por la ventana. Eso parece ser lo que ocurre en el universo celebrity cuando las rupturas acechan y el vacío de cariño inunda los días de nuestros famosos. Una vez más la modelo Alba Carrillo (29) ha utilizado las redes sociales para mostrar a todos su estado de ánimo y tras días de llantos y pullas llegaron al fin las fotografías con sonrisas.
Este fin de semana la presentadora de Hable con ellas ha acudido a su mejor paño de lágrimas, su ex marido, Fonsi Nieto (37). El que fuera piloto supo alegrar el almuerzo y la sobremesa de Alba y su hijo en común, Lucas. La escabrosa ruptura de la supermodelo con Feliciano López (34) sigue ocupando minutos en televisión que como un buen thriller no somos conscientes de cuándo ni cómo será su final pero del que a Alba aún le costará salir como vimos en las imágenes de sus lágrimas negras a causa del rímel el pasado fin de semana. Al menos, Fonsi parece ser el único ejemplo de sexo opuesto en el que la modelo puede confiar y llenar sus tardes de color junto a su hijo.
Pero Alba no es la única famosa que tira de agenda para olvidar sus penas junto a un ex. La actriz Natalia Verbeke (41) hizo lo propio cuando decidió cancelar la boda con Jaime Renedo (33) poco tiempo antes de celebrarse el enlace. En este caso, el también intérprete Gonzalo de Castro (53) estuvo a su lado cuando más le necesitaba. Durante el tiempo que estuvieron juntos Natalia y Gonzalo siempre mostraron una complicidad más allá de la propia relación amorosa que exhibía una confianza fuerte en amistad.
Desde luego, la comprensión del actor fue clave para que Verbeke saliera adelante y continuara con su carrera profesional sin obstáculos. Y es que aunque el amor entre ambos acabó tras dos años intentando un imposible, el vínculo que crearon dura hasta día de hoy y está presente en los momentos más duros de los dos.
Retomando el mundo de las modelos y las pasarelas, porque nos toca hablar de un hombre que también llamó a la puerta de su ex para buscar consuelo. Pelayo Díaz (30), el conocido influencer sufrió una repentina ruptura con el director creativo de Louis Vuitton, Nicolas Ghesquière (45). Como todo lo que hace el asturiano, también el fin de su amor con el francés fue anunciado en su Instagram hace hoy aproximadamente un año.
El diseñador David Delfín (46) fue el refugio de Prince Pelayo para hablar de confidencias y sanar el dolor del amor no correspondido. Con la herida aún reciente por el adiós al creativo de la marca gala, el malagueño y el de Oviedo se vieron en un famoso restaurante de la capital madrileña para cenar en la intimidad y escucharse el uno al otro. Aunque su amor tampoco llegó a ser sólido, la amistad que fundaron quedó por encima de los rencores y es una base a la que recurren fielmente cuando buscan consejo y un hombro amigo.
El desconsuelo no es una cosa nacional. Al otro lado del charco y en las lujosas élites de Hollywood los famosos también lloran y buscan el calor de quién esté dispuesto a dárselo. Así le ocurrió a Brad Pitt (52), que pese a aparentar una relación idílica con la actriz, filántropa y mundialmente deseada Angelina Jolie (41) no debe ser oro todo lo que reluce. En el año 2009 la historia sentimental entre el Sr. y la Sra. Smith andaba en la cuerda floja, y Pitt necesitaba la visión de una fémina para entender a su entonces aún novia. Y quién mejor que su querida ex, Jennifer Aniston (47), para pedir consejo y no cometer los mismos errores con Jolie que les llevaron a ellos al divorcio en 2005.
Se rumoreó que durante la crisis entre Brangelina, el actor frecuentó de forma habitual la casa de Aniston e incluso la fue a visitar al set de rodaje donde la californiana grababa. Aunque el representante de la actriz de Friends negó dichos encuentros, lo cierto es que el entorno de Jolie aseguró que la intérprete de Lara Croft tenía celos de estas visitas entre la ex pareja. Al parecer, el motivo de las dudas de Pitt con Angelina se debían a que él deseaba ser el "compañero de vida" de la atractiva actriz y él solo percibía que ella únicamente le quería como padre de sus hijos. El tiempo, sin duda, afianzó el amor y a día de hoy, pese a quien pese, los Pitt Jolie son uno de los núcleos familiares más envidiados del planeta.