Es su primer verano como madre y quiere aprovecharlo al máximo. Tras pasar en julio unos días en Ibiza, Raquel Sánchez Silva (43 años) cierra sus vacaciones estivales en Cádiz junto a su novio Matías Dumont (33) y sus pequeños Bruno y Mateo.
La tacita de plata se ha convertido en el mejor escenario para poner la guinda a un verano de relax y tranquilidad. Sobre todo, tras conocer la sentencia que cerraba de una vez por todas el "caso Biondo" y obligaba a la familia de su ex marido a indemnizarla por daños morales. Pudimos ver a la presentadora acercarse junto a su chico a ver uno de los partidos de polo del Torneo Internacional de Sotogrande, que se celebra cada verano.
Hasta el recinto llegó Raquel acompañada por Matías, que empujaba orgulloso el carro de los pequeños. La pareja estuvo esperando a que llegara el intermedio del partido para cruzar campo a través hasta llegar a la entrecancha, donde se encontraban unos amigos que tenían reservada su propia grada con unas vistas privilegiadas del partido.
Ambos se mostraron muy felices, y estuvieron un buen rato disfrutando con sus amigos, compartiendo copas y buenas conversaciones, así como jugando con los pequeños y sacándoles una carcajada. A pesar de que al principio estaban algo tímidos, a lo largo de la jornada pudimos ver a la pareja muy relajada y cómoda con la prensa. Tanto que no tuvieron problema en posar sonrientes.
Matías Dumont demostró estar a la altura con el cuidado y atención de los niños, ya que no se separó de ellos y estuvo pendiente en todo momento. Junto a sus amigos, estuvieron conversando en el recinto hasta el anochecer, cuando regresaron a su alojamiento para continuar con sus días de vacaciones por Cádiz, las primeras en familia.
Mientras, los Biondo no descansan
Raquel Sánchez Silva vuelve a sonreír junto a Matías, pero quienes no han logrado superar el adiós de Mario Biondo son los miembros de la familia del cámara en Italia. Los conocidos y familiares del ex de la presentadora continúan luchando para reabrir el caso en nuestro país, uno de ellos ya comenzó en el mes de julio a movilizarse con una petición de firmas en la plataforma chance.org.
Eva Venero Sabio, autora de este movimiento, quiso alcanzar las 500 firmas para que el Gobierno español volviera a estudiar el caso de la muerte de Mario archivado como un suicidio. Sin embargo, tras la sentencia que salió a la luz hace un mes, en la que los familiares de Biondo tienen la obligación de pagar a Sánchez Silva 3.000 euros por daños morales, la petición de retomar el caso parece más que complicada.