Ana Obregón (61) es un animal televisivo. Ella sabe perfectamente lo que tiene que decir o hacer para atraer la atención de los medios. Este jueves, la polifacética artista se desplazaba hasta Vitoria para presentar su reality Algo pasa con Ana, que se estrenará en octubre en DKiss. Y cómo no podía ser de otra forma, la expectación era máxima.
La cita era a las 12 del mediodía. Sin embargo, los minutos pasaban y Ana no aparecía. Tras quince minutos de espera, la que un día fuera supuestamente novia del príncipe -ahora Rey- Alberto de Mónaco explicó el motivo de una tardanza. "Una fan efusiva me ha roto sin querer el traje", comentó la bióloga mientras posaba en forma de jarra para tapar el destrozo. Cualquier otro rostro hubiera provocado cierto malestar por llegar tarde, pero a Ana se le perdona todo.
Era sólo el comienzo del show. Después no dudó en contar cómo fue su experiencia en un sex shop, se convirtió en una improvisada azafata que le llevaba el micro a los periodistas y, por supuesto, adelantó que en su reality aparece su ex Alessandro Lequio y allí se darán las claves de su affaire con Olvido Hormigos.
¿Ha habido a alguien que te haya dicho que no quería participar en el programa?
No, no, nada. Todo el mundo encantado. La gente que sale, que son amigos íntimos, encantados. Me llevan a una clase de sexo tántrico y voy con Juan Peña.
Hemos visto a Antonio Banderas, la infanta Elena… ¿A quien más veremos?
Tampoco he querido involucrar a muchos. No he querido pedir favores. Sale Banderas...
Se cuenta mucho en el sitio donde Victoria Beckham me tiró de los pelos
¿Y Antonia Dell’Atte?
Nos llevamos muy bien, pero me da también corte que salga.
¿Y Victoria Beckham?
De ella hablamos y además se cuenta mucho en el sitio donde me tiró de los pelos.
¿Qué imagen crees que la gente tiene de ti y cuál va a tener después del programa?
He descubierto tarde las redes sociales. Hace poco me hice Instagram. Y decía: ¡Cómo voy a subir una foto si he estado años rezando para que no me hicieran fotos! Pero es verdad que en las redes te das cuenta del pulso de la gente. Y luego en el teatro también he visto el cariño de la gente, qué piensan de ti.
¿Te vamos a ver enfadada?
En algún momento, sí. Aunque me enfado poco. Intento siempre tener buen rollo. El primer capítulo es el más tranquilo.
El culebrón Lequio-Olvido Hormigos ha sido el tema del verano. ¿Vamos a ver algo?
Lo tenéis que ver. Sale la verdad de todo. No sé si me lo van a censurar.
¿Has llegado a olvidar que había cámaras?
Todo el rato. Ahora me he ido diez días de vacaciones con mi familia y me miraba pensando que tenía el micro. Pero tengo la experiencia de 35 años perseguida por las cámaras.
¿Hasta qué punto has controlado la edición del programa?
La edición lo he dejado. Lo que sí he controlado antes son los contenidos. Yo quería hacer sonreír a la gente. Yo no me voy a poner a llorar. Creo que el entretenimiento es esto.
¿A qué te has negado?
El cuarto de baño, por ejemplo.
Vemos que te ríes de tí misma. ¿Hasta qué punto es eso importante es esta profesión?
Es importantísimo. En este negocio y en todo. En esta vida con una sonrisa ya tienes cosas positivas. Cualquier persona que es positiva y se ríe de sí misma. Atraer cosas positivas.
Si funciona el programa, ¿estarías dispuesta a grabar una segunda temporada?
No lo sé. Tengo mucha energía, pero esto agota. Son muchas horas…
¿Crees que esto te abre las puertas de nuevo a las grandes cadenas?
Esas puertas siempre las he tenido abiertas. Otra cosa es que haya querido. Esto me lo ofrecen otras cadenas y no lo haría.
¿Te han ofrecido cosas?
Me han ofrecido y ahora tengo una serie. Pero mi apuesta era por una nueva cadena.
Nunca he querido presentar. Pero siempre me llaman para eso
¿Cómo es esa nueva serie?
No puedo contarlo. Es otro tema que he escrito yo y se está moviendo. Como siempre, comedia. Pero tenemos que hablar del reality. Después de Ana y los 7 necesité desconectar. Y lo mejor que he podido hacer es el teatro, probarme como actriz… Me han ofrecido cosas y ahora me empieza a picar el gusanillo. 35 años son muchos.
¿Y volver a presentar?
Nunca he querido presentar. Siempre me llaman para eso. He terminado presentado todo: Campanadas, el Festival de San Sebastián, los TP… A la gente le gusta mucho cómo presento. Pero yo quiero ficción.
¿Te ves, por ejemplo, en La que se avecina?
Me encanta esa serie. Pero justamente fui yo quien dejó Ana y los 7 con seis millones de audiencia. ¡A ver quién hace eso ahora! Pero no podia mas. Estaba agotado. Ahora he vuelto con esto y ya iremos viendo.
¿Qué pasó con aquella versión española de Homeland?
Ahí todo se distorsionó. No era una versión de Homeland. Era una película que no se hizo. Y menos mal porque yo estaba en el teatro.
¿Te consideras historia de España?
No, hombre, coño, no.
Todo el mundo te conoce...
La mayoría habéis crecido conmigo. Soy como un mueble de las casas.
¿La fama llega a cansar?
La fama es un coñazo cómo no te puedes imaginar. Cuando empecé me decían: la fama te sirve para que te den mesa en un restaurante y cita en el dentista. Pero no compensa. La gente por la calle es maravillosa. Te agobian si estás comiendo con el solomillo en la boca. Pero a las personas que estamos ahí no se nos pueden olvidar que estamos donde estamos gracias al público. Cuando empecé éramos famosos los profesionales. Ahora hay famosos que no se de donde salen. Veo las portadas de las revistas y no les conozco. ¿Qué hacen? ¿Son cantantes, actores? ¿Qué son?
La fama es un coñazo
¿Se te ha valorado lo suficiente como profesional?
Claro. Se me ha valorado desde el momento en el que 8 millones personas me vieron en Hostal Royal Manzanares o 6 millones en Ana y los 7.
¿Y en el sector?
Sí, tengo mogollón de premios: el TP, mejor actriz de Ana y los Siete. Lo que pasa es que si estás en la prensa del corazón…. Yo me he alejado al no tener novio.
¿Qué crees que le falta a la televisión hoy en día?
Faltan programas de entretenimiento tipo ¿Qué apostamos?, Gran Prix… Faltan series en plan comedia romántica. Hay cosas que sobran y cosas que faltan.
¿Participarías en Tu cara me suena?
¿Yo cantar? Quieren que canten ¿Qué apostamos? en la clausura y si ya me costó hace quince años. Bailar, sí. Cantar, no.
¿Y jurado?
No me gusta juzgar ni que me juzguen. Odio esa palabra.
¿A quién te gustaría ver protagonizado un reality?
No me gustaría ver la vida de nadie. Quizá si es alguien positivo, que muestra que hay que ser generoso..
¿Eres cotilla?
R. No. Pero me gusta mucho Meryl Streep o Julia Roberts. Y de ver, me encantaría a Angelina Jolie y Brad Pitt haciendo la cama con la cantidad de niños que tienen.
¿Y a los Beckham?
No te creas. Acabé de ellos hasta aquí.