La boda 'acorazada' del nieto de Emilio Botín y la heredera de los perfumes
Las dos familias han logrado que los detalles del gran día se hayan guardado bajo llave. Apenas ha trascendido una pequeña parte de lo sucedido este sábado, como el vestido de la novia o el lugar de la celebración.
18 septiembre, 2016 12:26Noticias relacionadas
La premura con la que se puso en marcha la maquinaria para que se celebrara el enlace no ha impedido, sin embargo, que los detalles se hayan guardado tan celosamente como si de una caja fuerte de un banco se tratara. Pese a ser una de las bodas más relevantes del panorama social patrio por unir a la principal familia de banqueros de España con una saga de empresarios perfumistas, lo cierto es que poco ha trascendido más allá del lugar del enlace o de su duración.
Este domingo todavía continúan las festejos, que dieron comienzo el viernes con una cena en la finca de la familia del novio, Felipe Morenés (30 años), hijo de Ana Botín (55) y Guillermo Morenés. Allí, en Puente de San Miguel, donde está enterrado el patriarca, Emilio Botín, los invitados disfrutaron de un banquete y de la fiesta posterior que se alargó hasta la madrugada.
El sábado al mediodía dio comienzo la ceremonia en la iglesia de San Martín en Carriazo, una localidad de contados habitantes que esperaban expectantes la llegada de la ilustre novia, Julia Puig (29). Ésta, por su parte, escogió para el gran día un vestido de alta costura de una de las importantes firmas que comercializa su familia, Carolina Herrera.
Tras la emotiva celebración, los recién casados y sus invitados se desplazaron a la finca que la familia Botín posee a escasos metros de la iglesia -cuya restauración sufragaron ellos mismos- para disfrutar del cóctel y posterior banquete, que corrió a cargo del prestigioso chef Paco Roncero. El cocinero sorprendió a los asistentes con un menú diseñado para la ocasión.
Roncero repite este domingo, pues continúan los festejos para todos aquellos invitados que hayan decidido disfrutar de la boda hasta el final. Así, un almuerzo pondrá fin a las celebraciones de la boda que ha unido a dos familias de la alta sociedad patria.