Para muchos, la ruptura de María Valverde (29 años) y Mario Casas (30) en 2014 supuso toda una tragedia sólo comparable a la que vivieron los seguidores de Operación Triunfo en 2005 al ver a una Chenoa (41) destrozada por su separación de David Bisbal (37) o a los fans de la televisiva serie Compañeros, que sufrieron con el final de la serie y de la relación de Valle y Quimi.
Del mismo modo, los seguidores de Tengo ganas de ti o Tres menos sobre el cielo pensaron que a partir de ese momento ya nada seguiría igual y ninguno de los dos levantaría cabeza. Pero Casas pronto encontró el amor con la también actriz Berta Vázquez (24) y encauzó su carrera profesional con películas como Palmeras en la nieve.
A Valverde le costó algo más levantar cabeza. Se marchó a Londres a probar suerte y posteriormente hizo lo propio con Los Ángeles, sin saber que allí encontraría el éxito profesional y personal.
Allí rodó filmes como Exodus y Broken Horses y allí se reencontró con un hombre que había conocido durante el rodaje de Libertador: Gustavo Dudamel (35), un director de orquesta venezolano considerado un prodigio de la música y que unos meses antes se había divorciado de su esposa, la bailarina Eloísa Maturén, con la que tuvo un hijo.
Valverde y Dudamel -director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y fan acérrimo de Star Wars- comenzaron su relación hace unos meses y la pasada primavera la revista Cuore logró la primera instantánea de la pareja: besándose por las calles de Málaga durante el Festival de cine. Hasta entonces sólo había rumores sobre el posible montaje.
Tras la pillada, aún quedaba el posado público de la pareja que daba carta de normalidad y de oficialidad a la relación. Algo que ha sucedido este mismo miércoles, cuando ambos han acudido a la gala de apertura de la Filarmónica de Los Ángeles, en cuya alfombra roja han posado ambos muy sonrientes y conscientes del paso que han dado de cara a los medios: ya son pareja oficial a ojos de la opinión pública.