Si no fuera por su hijo Jan, que no duda en corregir aquello que no es cierto, hoy aparecería en Wikipedia con diez años más de los que tiene. Es decir, casi al borde de los 60. Nada más lejos de la realidad. Susanna Griso cumple hoy 8 de octubre 47 años. Exactamente la misma edad con la que le tuvo su madre. "Fui la gran sorpresa. Ella cuenta que no me compró nada porque dio por hecho que yo sería un aborto o fruto de la menopausia", confesaba hace unos años en una entrevista con XL Semanal.
La pequeña de siete hermanos, Griso se financió a sí misma sus estudios de COU en EEUU con las propinas que le daba su abuelo en Navidad. Tras esta experiencia decidió que lo suyo era contar historias. Hoy, cuando se cumple un cuarto de siglo que se licenció en Periodismo, se ha consolidado como una de las reinas de las mañanas, aunque a ella no le guste ese calificativo.
Tampoco le gusta que digan que se ha operado los labios o se ha hecho un lifting -una leyenda urbana que se ha propagado como la espuma-, como así confesó en una entrevista de la que terminó escribiendo muy enfadada por el titular escogido. "Estoy cabreada. Joder, ¿eso era lo más destacado de lo que dije?", escribía después.
Y eso que es difícil pillarle enojada. "Soy pragmática y racional; fría, no", confesaba en aquella entrevista. Sin embargo, a lo largo de sus diez años al frente de Espejo Público, algún que otro enfrentamiento ha tenido con sus invitados. A Esperanza Aguirre le regañó por acusarles de hacer propaganda de Syriza. A Fátima Báñez por intentar hacer de su entrevista un mitin. O a Tania Sánchez por su impuntualidad.
Su mayor enfrentamiento, no obstante, lo vivió hace ahora tres años con su rival Ana Rosa Quintana en la conocida como ‘la guerra del pinganillo’. "Esto es de mal compañerismo", dijo Griso después de que El Programa de Ana Rosa se le adelantara a entrevistar a Saida Prieto, la aspirante a Reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife que sufrió un accidente.
“Me parece una falta de respeto lo que ha sucedido. Nosotros teníamos pactada una entrevista, pero hemos decidido compartir sus declaraciones. No vamos a jugar sucio por conseguir una exclusiva. No vamos a entrar en la guerra del pinganillo”, espetaba. Sólo unos meses después volvían a tener otra guerra al enfrentarse por las primeras declaraciones de la abogada del dueño del semen de la camiseta de Asunta, Paloma Zuloaga.
Sin embargo, a pesar de estos malentendidos, la relación entre ambas es cordial. “en algunos momentos creo que ha habido malos entendidos. Creo que entra dentro de lo normal, trabajamos todos con mucha presión”, confesaba Ana Rosa. “Con Susanna me he encontrado en eventos públicos, pero tampoco tenemos una relación de llamarnos y contarnos nuestras cosas. Hemos sido compañeras mucho tiempo en Antena 3 y tengo buena relación con ella... pero tampoco somos amigas de quedar”, añadía.
Muy señoras
Todo era distinto cuando vivía Concha García Campoy. Entonces sí que se citaban más. “En esas comidas éramos todas muy señoras. El regate corto no existía, hablábamos de lo divino y de lo humano. Una vez comimos en la última planta del hotel Eurostars y Mariló y yo tuvimos poco menos que abrazar a María Teresa Campos en el ascensor porque lleva fatal lo de meterse en ellos para subir muchas plantas”.
Mujer familiar, tras estar de lunes a viernes al frente de Espejo Público, a Griso le gusta reservarse los fines de semana para descansar, estar con los suyos y hacer deporte, principalmente correr en compañía de su hijo.
No obstante, uno de sus grandes placeres durante el fin de semana es dedicar la tarde a ver una película en pantalla grande. Además reconoce que ahora le da mucho valor a echar la siesta, lo que es casi un premio después de una intensa semana de trabajo.
También le gusta dedicar tiempo a ver series, sobre todo aquellas que tengan que ver con el periodismo y la política. Hace unos meses, cuando hablaba con JALEOS, se confesaba seguidora de Borgen,The Good Wife, El ala oeste de la Casa Blanca, Scandal y con ganas de ver House of Cards.