No hay partido importante de Sergio Ramos (30 años) que no tenga detrás el respaldo de su pareja. Sobre todo si la victoria del Real Madrid se produce gracias al jugador de Camas en el último minuto.
La televisiva Pilar Rubio (38) es consciente del relevante papel que adquiere el padre de sus hijos para los madridistas en encuentros deportivos vitales como las finales de la Champions o los clásicos frente al Barça. De ahí que, desde que irrumpió en las redes sociales, no deje pasar ni una oportunidad sin gritar a los cuatro vientos su amor por el futbolista y lo orgullosa que se siente tras cada uno de estos enfrentamientos decisivos.
Este mismo sábado, sin ir más lejos, Ramos lo volvió a hacer. Rescató, una vez más, a su equipo en el tiempo de descuento y con un gol de cabeza. El Deportivo de la Coruña no esperaba que en el minuto 92 iba a llegar el andaluz e iba a arrebatarles la victoria, cerrando el círculo de la leyenda que le sitúa como el salvador in extremis por excelencia.
Y allí estaba, una vez más, Pilar Rubio para felicitarle por su hazaña, esta vez sin recurrir a los hijos que tienen en común, que ya hicieron acto de presencia en la anterior proeza de su padre.
Curiosamente, la mencionada gesta tuvo lugar hace tan sólo una semana. El clásico entre el Barça y el Real Madrid se encaminaba hacia una victoria de los culés, hasta que Ramos recurrió a su jugada maestra: un cabezazo en el minuto 90 que sentenció el empate. Pilar Rubio, acompañada de sus dos hijos, aseguraba entonces que el delantero siempre conseguía sorprenderles.
Del mismo modo, el pasado mes de agosto, el Real Madrid dejó al Sevilla sin el trofeo de la Supercopa de Europa en sus vitrinas, cuando éste ya tenía el título casi en sus manos. Lo hizo, una vez más, gracias a un gol de cabeza de Ramos en el minuto 92 contra los de su tierra. Y, por supuesto, allí estaba Pilar Rubio para dejar claro el esfuerzo de su chico en ese partido.
Pero si hay un partido que los aficionados recuerdan es el de la final de la Champions en Lisboa, en mayo de 2014, frente a Atlético de Madrid. Su cabezazo en el último minuto llevó a su equipo a la prórroga y a la ansiada Décima. Por aquel entonces, Pilar no había estrenado su perfil en las redes sociales y por lo tanto no pudo felicitar a su chico. Sí lo hizo dos años después, cuando, de nuevo en una final de Champion, en este caso en Milán, se convirtió en el mejor jugador del encuentro, y eso que esta vez no goleó in extremis. Aún así, Pilar Rubio celebró la undécima junto a su hijo mayor.