Sálvame está de capa caída. Tanto su versión diaria como golfa no pasan por su mejor momento en cuanto a audiencia. Sálvame Limón y Sálvame Naranja han perdido dos puntos de cuota de pantalla respecto a hace un año. Mientras, el bajón de Sálvame Deluxe debido al éxito de Tu cara me suena ha sido tal que Telecinco ha perdido los viernes en favor de Antena 3 siete años después.
"Sálvame vive de la actualidad y en esta ocasión no ha habido demasiada actualidad", explicaba hace unas semanas el director de Contenidos de Mediaset España, Manuel Villanueva.
Como si de Juego de tronos se tratase, todos pelean con garras por el preciado trono
Por ello, ante la escasez de noticias, los responsables de Sálvame ha decidido generar su propio contenido a través de un reality: Sálvame Snow Week. Un programa dentro del programa en el que diez participantes conviven durante un número de días no determinado en el balneario de Panticosa en los Pirineos aragoneses.
Hasta aquí normal. Sin embargo, lo más llamativo es su premio. Los vencedores no se embolsarán una cantidad de dinero. La victoria trae consigo algo mucho más valorado: una silla en Sálvame. Un premio mejor que los 300.000 euros de Gran Hermano ya que auí no hay que darle una pata a Hacienda.
Entre los participantes muchos personajes del universo Telecinco. El extronista Rafa Mora, la exgranhermana Almudena Martínez, el ex de Chayo Mohedano, Antonio Tejado; los colaboradores de Cazamariposas, Jordi Martín y Laura Fa; o el hijastro de Kiko Matamoros, Javier Tudela. A ellos se les unen, además, la ex de Sergio Dalma, Maribel Sanz, las presentadoras Pilar Soto y Mónica Hoyos, y el árbitro abiertamente gay, Jesús Tomillero.
Todos ellos, conscientes de lo que se juegan, se comportan como auténticas fieras. En menos de una semana de concurso ya habido más conflictos que en cualquier edición de Gran Hermano VIP. Como si de Juego de tronos se tratase, todos pelean con garras por el preciado trono. Gana o muere.
Hambre de fama
De hecho, en el momento que alguno de ellos ha destacado por encima de sus compañeros, los demás no han dudado en atacarle con todas sus fuerzas. Lo vivía en sus carnes Jesús Tomillero, que en menos de una semana ha acabado con todo el crédito ganado en los medios por su valiente lucha contra la homofobia en el fútbol.
El gaditano se ha descubierto como un personaje hambriento de fama. El espectáculo mostrado junto a su novio más propia de una telenovela venezolana ha sido celebrado por los amantes de este tipo de shows, pero ha avergonzado a la propia familia del joven.
Tomillero ha vendido su alma al diablo. Y, como tal, ha pagado las consecuencias. Horas después de entrar en el reality, el programa sacaba toda su artillería pesada revelando que el joven había sido desleal a su novio con más de ocho personas. El espectáculo estaba asegurado.
El árbitro, llorando desconsoladamente, terminaba reconociendo que había sido desleal a su pareja. "Me va a dejar, no quiero que me deje, es mi pilar", gritaba el árbitro sin consuelo ante la celebración de Kiko Hernández de haber encontrado no sólo uno sino dos nuevos personajes para este universo.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El novio de Tomillero le pedía matrimonio en directo a pesar de que el programa ha seguido revelando nuevos testimonios de chicos con los que el gaditano habría intercambiado mensajes de texto subidos de tono.
Una fórmula necesaria
Esta no es la primera vez, sin embargo, que Telecinco se saca de la manga un reality low cost para conseguir alimentar su modelo de televisión. Desde hace años, la cadena ha decidido apostar por crear nuevos personajes, mucho más baratos que las celebrities patrias. De ahí que se haya pasado de pagar 100.000 euros por una entrevista a sólo 15.000 euros.
Durante los últimos veranos, una vez acabados su trío de realities más importantes, Gran Hermano, Gran Hermano VIP y Supervivientes, Telecinco se las ha ingeniado para crear un nuevo reality de bajo coste para seguir creando contenidos para sus programas. De ahí Campamento de verano en 2013, Pasaporte a la isla en 2015 o Las Campos en 2016.