Arantxa Sánchez Vicario no hace las paces con su familia
La tenista cumple 45 años lejos de los suyos. Ella nunca perdonó a sus padres que no respetaran a su marido y les acusa de aprovecharse de su dinero.
18 diciembre, 2016 01:30Noticias relacionadas
Dentro de dos meses, el 25 de febrero, hará un año que moría el padre de Arantxa Sánchez Vicario, una muerte que lejos de acercar a la familia la separó definitivamente. La tenista acudió al funeral acompañada de su marido, Santacana, persona non grata entre los hermanos Sánchez Vicario, quienes le echaron casi a empujones del velatorio. Desde entonces, no se han vuelto a ver y Arantxa ha desaparecido del mapa. Hoy domingo 18 de diciembre cumple 45 años y lo hará lejos de los suyos. Acaso para siempre.
Las fechas son clave en la historia de la familia. Tras varios años de litigios legales contra sus padres, la campeona cerró un acuerdo extrajudicial por el que la madre de Arantxa, Marisa, podía vivir en el piso de la avenida Diagonal donde crió a todos sus hijos hasta pasados tres años de la muerte del patriarca. El piso lo compraron con el dinero que ganaba la tenista, que quiere deshacerse del inmueble en cuanto pase de nuevo a sus manos. Marisa tiene dos años para hacer la mudanza.
Los sonados desencuentros entre la deportista y los suyos empezaron en 2007, cuando Arantxa conoció a Josep Santacana. Empresario con un pasado criticado por muchos, los padres de Arantxa enseguida desconfiaron de su futuro yerno y encargaron una investigación al equipo de detectives de Método 3. De nada sirvieron las acusaciones, la tenista, enamorada hasta el fondo, se casó el 12 de septiembre de 2008. Desde entonces, nada ha vuelto a ser lo mismo.
La tenista jamás perdonó a sus padres que no aceptaran a su marido. Y ese enfrentamiento se agudizó cuando ella vio que su fortuna había desaparecido. Aunque no ha vuelto a hablar sobre el asunto más que en contadas ocasiones, quienes la conocen aseguran que esperó que sus padres respetaran sus decisiones y le agradecieran la buena vida que pudieron llevar gracias al trabajo y esfuerzo de su hija. Hubo un momento en el que Arantxa era la mejor y lo ganaba todo.
Pero el funeral de su padre, celebrado el 26 de febrero de 2016, lejos de acercarles, supuso el final. "Sabíamos que algo feo podía pasar", resumían la situación desde el entorno de la familia. La ex tenista viajó de Miami a Barcelona nada saber la noticia del fallecimiento de su padre, aterrizó en el aeropuerto de El Prat, y a última hora se presentó en el Tanatorio de Les Corts, donde la familia al completo velaba al padre.
Pero lejos de encontrarse con un abrazo, la deportista vio cómo los suyos le daban la espalda. "Mis hermanos me han vetado", declaró a la salida del Tanatorio. Antes, sin embargo, llegó a forcejear con ellos, una trifulca ante la que su madre, totalmente desbordada, llegó incluso a desmayarse. La tenista sólo ha vuelto a pisar España una vez, para el Masters de Tenis de Madrid, desde aquel desgraciado incidente.
La distancia entre las partes se fue haciendo cada vez más difícil de superar y llegó al clímax en 2012, cuando la tenista presentó Arantxa ¡Vamos! (La Esfera de los Libros), una biografía en la que acusaba a sus padres de haberse aprovechado de su trabajo y de sus ingresos para llevar un tren de vida millonario. Incluso denunciaba que era los responsables de sus pérdidas económicas. La denuncia fue primero en un libro y después en los juzgados.
Desde hace casi cinco años decidió instalarse en Miami para alejarse de su familia. Allí dirige el área deportiva de la Metropolitan School. En la página web de la escuela, aparece la tenista sonriente y escribe este discurso: "Estoy muy contenta de liderar el programa deportivo de la escuela. La Metropolitan School de Miami ofrece un programa de educación física diverso junto con el tenis y el fútbol. El clima único de Miami ofrece una oportunidad incalculable para los niños de crecer practicando deportes de exteriores todo el año. (..) En el MET vivimos bajo el lema Mens sana in corpore sano. Así que unios a nosotros e introducid a vuestros hijos en el camino correcto de un estilo de vida saludable".
Integrada en la vida de Miami, donde es alabada por sus logros deportivos, hace poco se mudó del barrio de Brickell al exclusivo complejo Paraiso Bay, en Edgewater, una zona en expansión de la ciudad con espectaculares vistas sobre la bahía de Biscayne. Tal y como publicó ABC hace un año, la tenista vivirá con su marido y sus dos hijos, Leo y Arantxa, en un espléndido ático de este condo. "No puedo esperar para trasladarme a Paraíso Bay y disfrutar cada día de un estilo de vida de resort", aseguraba en 2014, en la inauguración de la oficina organizada por Jorge Pérez, el mayor promotor de Miami.
"Los parques y espacios al aire libre son estupendos para que mis hijos jueguen durante el día mientras yo juego al tenis en las pistas", añadió. La fiesta en la que pronunció estas palabras fue muy sonada en aquel momento y también acudió David Guetta, vecino de la tenista en el complejo.
Da la casualidad de que Arantxa no es la única Sánchez Vicario que vive en Estados Unidos. Emilio, el mayor de los hermanos, vive a 200 kilómetros al oeste de Miami, en Naples, donde dirige una academia de tenis junto al ex tenista Sergio Casal. Hasta allí viajó la madre del clan tras la muerte del padre. Pero de nada sirvió acortar la distancia, la separación sentimental entre Arantxa y su familia es ya insalvable.