Si hay una ruptura que conmocionó al mundo en 2016 esa fue la de Brad Pitt y Angelina Jolie. En septiembre la pareja anunciaba el fin de su matrimonio por "diferencias irreconciliables" y con ellos muchos dejaban de creer en el amor. Formaban una de las familias más estables de la meca del cine y de buenas a primeras todo se rompía y saltaba por los aires. Tanto que, a día de hoy, mantienen una lucha en los tribunales por la custodia de sus seis hijos: Maddox, Zahara, Shiloh, Pax, Knox y Vivienne. Entre las razones de la ruptura surgieron rumores de todo tipo. Infidelidades por parte de Pitt, las discrepancias en cuanto a la educación de los niños o las malas aficiones del actor fueron algunos de los motivos que se expusieron para justificar el divorcio. La realidad es que sólo ellos saben las causas por las que después de 12 años de convivencia decidieron acabar con su vida en común y comenzar caminos separados.

Brad y Angelina no han sido los únicos a los que se les acabó el amor. Como ellos, Jonhy Deep, quien ha protagonizado uno de los divorcios más polémicos de este año, o Naomí Watts y Liev Schreiber también comunicaron sus rupturas en estos 12 meses.

Brad Pitt y Angelina Jolie

El 15 de septiembre Angelina Jolie (41 años) presentó la demanda de divorcio de Brad Pitt (52), según publicó en exclusiva el portal de noticias TMZ. En ese mismo documento la intérprete de Maléfica solicitó la custodia de sus seis hijos con un régimen de visitas para el actor. En ese momento muchos apuntaron a Marion Cotillard como la culpable de la ruptura del matrimonio. Ella y Brad estaban rodando la película Aliados y en el set de rodaje podría haber surgido la chispa del amor. Pero enseguida ambos actores desmintieron esos rumores y pidieron respeto para su familias. "Estoy muy triste por todo esto, pero lo que más importa ahora es el bienestar de nuestros hijos" declaraba Pitt, a quien se le acusó al mismo tiempo de maltratar a Maddox. Pasada la tormenta mediática, tanto él como Angelina están intentando recomponer sus vidas. Parece que ahora es ella la que echa de menos al actor por lo que no perdemos la esperanza de que pueda existir una reconciliación entre ellos.

Johnny Deepp y Anber Heard

Han protagonizado uno de los divorcios más polémicos del 2016. Con Johnny Deep (53) y Amber Heard (30) llegó el escándalo. La estadounidense interpuso la demanda de divorcio alegando abusos domésticos por parte de su marido. Según la interpret, Depp le causó daños físicos durante toda su matrimonio. "Durante toda nuestra relación me ha agredido verbal y físicamente" señaló Heard, quien agregó que "es de total conocimiento público y privado la historia de abuso de alcohol y drogas" por parte del actor. Finalmente y tras tres intensos meses de dimes y diretes, la pareja llegó a un acuerdo y ella retiró las acusaciones de malos tratos hacia el actor.

Naomi Watts y Liev Schreiber

Otra conmoción en Hollywood fue la separación de Naomi Watts (48) y Liev Schreiber (49). Aunque nunca llegaron a contraer matrimonio formaban una de las familias más sólidas de la alfombra roja. Ambos actores hicieron la noticia oficial a través de una declaración conjunta: "Durante estos últimos meses hemos llegado a la conclusión de que la mejor manera de seguir adelante para nosotros como una familia es separarnos como pareja. Nuestra intención es seguir criando a nuestros hijos juntos, con mucho amor, respeto y amistad en nuestros corazones y explorando esta nueva fase de nuestra relación. Pedimos a la prensa que respeten nuestro derecho a la intimidad sobre todo por el bien de nuestros niños". La ruptura llegó justo un día antes de que la actriz cumpliera 48 años.

Taylor Swift y Calvin Harris

Taylor Swift (27) y Calvin Harris (32) se encargaron de hacer pública su separación a través de Twitter, justo unas semanas después del accidente de coche en el que se vio implicado el cantante. Su entorno aclaró que entre los motivos de la ruptura no había asuntos escabrosos ni terceras personas. Pero lo cierto es que al poco tiempo Taylor ya había encontrado de nuevo el amor en Tom Hiddleston, con el que también ha roto. Y es que a pesar de su juventud la cantante acumula una larga lista de exnovios. Junto a Calvin Harris formaba una de las parejas más rentables por la revista Forbes con unos ingresos de 146 millones de dólares.

Lady Gaga y Taylor Kinney

Tras cinco años de relación y el anuncio de su compromiso, Lady Gaga (30) y Taylor Kinney (35) rompieron. La pareja se había conocido durante el rodaje del videoclip de You and I, en el que Gaga precisamente vestida de novia. Desde entonces, los dos nunca ocultaron su amor dedicándose halagos a través de las redes sociales. Se desconocen los motivos de su separación pero ella ya no luce el anillo de compromiso que tenía grabado una T y una S con un corazón en medio, que le regaló el que fuera su prometido.

Jennifer López y Casper Smart

En agosto el mundo del corazón volvía a sorprender con una nueva ruptura: la de Jennifer López (47) y Casper Smart (29). Puede que la diferencia de edad entre ambos llevara al fin de esta relación, aunque las verdaderas razones quedan en su intimidad porque ninguno d ellos dos se ha pronunciado nunca al respecto. El curriculum amoroso de la actriz incluye tres matrimonios. El primero con Ojani Noa (42), con el que sólo estuvo 11 meses. Después llegó Cris Judd (47), al que conoció en el rodaje del vídeo Love don’t cost a thing. Con él estuvo un año casada. El tercer y el último hombre que ha conseguido llevar al altar a Jennifer ha sido Marc Anthony, padre de sus hijos. Tras ocho años de relación, a ellos también se les acabó el amor.

Marc Anthony y Shanon de Lima

Después del beso que Marc Anthony (48) y Jennifer López protagonizaron encima del escenario cuando estaban cantando juntos, el cantante puso punto y final a su relación con la modelo Shanon de Lima (28). La diva del Bronx, con la que tiene dos hijos y guarda más que una excelente relación, podría ser la causa de esa ruptura. Pero sólo el tiempo lo dirá porque de momento, muy a pesar de sus fans, tanto Jennifer como Marc siguen solteros.