No hay vuelta atrás. La decisión de Andrea Navarro (21 años), la hija de Pepe Navarro (65) y Eva Zaldívar, de someterse a una prueba de ADN para demostrar que el hijo de Ivonne Reyes (49) y el periodista no es su hermano podría reabrir el caso en el Tribunal Supremo. Tras analizar una muestra de ADN del joven recogidas por un detective privado y arrojar un resultado indubitado, como ha informado 'El Mundo', la hija mayor de Pepe Navarro ha presentado un recurso, que ha sido admitido, contra la sentencia de 2012 en la que se recoge que el periodista es el padre del menor.
Esto augura una nueva batalla judicial entre Ivonne y Pepe. De hecho, la defensa del presentador pide amparo judicial y solicita que el magistrado le cite formalmente para someterse a las pruebas de paternidad definitivas.
El periodista no está solo. Al apoyo incondicional de Lorena, su última esposa, se une también el de Eva Zaldívar, ex de Pepe Navarro y madre de la joven. Aunque su relación acabó de una forma tortuosa, nada ha impedido para que la empresaria tienda un puente a la esperanza: "¡Claro que apoyo la decisión de mi hija! Estoy a su lado en todo momento y también con la abogada que se está encargando de este caso", declara a EL ESPAÑOL.
Durante años, Eva ha mantenido que Ivonne ha dibujado una irrealidad. Que ha distorsionado en público la relación que mantuvo con Pepe Navarro y la vinculación biológica que este mantiene con su hijo: "Está claro que Pepe cometió un error al no hacerse las pruebas, pero eso no quita para que ella no quiera para su propio hijo lo que he hecho yo con los míos: que vivan queriendo a todo el mundo sabiendo quién forma parte de su familia, pero también quien no". Eva insiste en que, en cualquier caso, siempre se ha acogido al hijo de la venezolana con naturalidad y afecto: "Mis hijos y yo siempre hemos hecho lo imposible por saber. También por aceptar a cualquier persona, incluso a este medio hermano, en la familia. Los he educado para que vivan tranquilos y equilibrados".
El otro intento por demostrar su verdad
Fue en noviembre de 2015 cuando se inició la gran odisea de Pepe Navarro. Se reunió con abogados especialistas en temática penal y contrató los servicios de un detective. Quería poner fin a años de dudas y reproches. Pretendía demostrar que no dejó embarazada a Ivonne Reyes. El detective recogió dos muestras biológicas de su hijo. Las mismas que, tras cotejarlas con su ADN, demostraban en un 99% que no tenían relación de consanguinidad. Por aquel entonces, el presentador pensó en hacer una rueda de prensa. Quería explicar al mundo que tenía pruebas contundentes que garantizaban que había sido víctima de un engaño, que no era el padre del hijo de Ivonne Reyes. No pudo ser. La presión acabó por hacer que se olvidara del asunto. Miró hacia otro lado y dejó pasar el plazo para presentar alegaciones que finalizó en marzo de 2016.