Hace ahora un año, durante su estancia en Gran Hermano VIP, Rappel contaba a una de sus compañeras que podía leer el futuro a través de los pezones. Una anécdota que no podía pasar desapercibida por Bertín Osborne este miércoles durante su entrevista con el vidente en Mi casa es la tuya.
“¿Dónde has hecho la predicción más rara?”, le preguntó. “¡El aura de los pezones de una señora! Según la marca, se ven cosas de su vida. Se lo hice a Cicciolina”, confesó el vidente olvidando que Julio Iglesias le pidió un día que le leyera el futuro a través de su pene.
No sería lo único que se le olvidaría contar al vidente. Hace ahora justo un año, aprovechando una fiesta dentro de la casa de Gran Hermano VIP, el presentador Carlos Lozano le preguntaba a Rappel por su vida amorosa. “Me separé, me divorcié y la persona que ocupa mi corazón lleva conmigo 28 o 29 años”, confesó. “¿Conviviendo?”, preguntó el presentador de Operación Triunfo. “Teniendo una relación muy bonita”, zanjó Rappel.
Sin embargo, el vidente olvidó contar quién es esa persona. De hecho, a pesar de que vive con él, el único momento en el que le mencionó de forma indirecta fue cuando al hablar de su impresionante casa, dijo que “un paisajista amigo mío me ha hecho la decoración”.
El paisajista en cuestión se trata de José, una persona de su máxima confianza desde hace más de 25 años que, además de decorar su impresionante casa de Madrid, también aparece como administrador de una de las empresas del vidente: Astrosol S.L.
Esta ‘desaparición’, sin embargo, contrasta con su actitud cuando acude a cualquier evento social, que no duda a la hora de llevarle a cualquier evento social. Así pudimos verle, por ejemplo, durante una corrida de toros en Madrid en mayo de 2016, un acto público del club Siglo XXI en Madrid en septiembre de 2015, en el funeral de Victoriano Cuevas Díaz en enero de 2015 o en galas en Marbella, donde cuenta con otra impresionante casa.
Una casa de 2,5 millones de euros
Lo que tampoco escondió Rappel fue el espectacular dúplex que tiene en venta desde hace unos años por 2,5 millones de euros. Situado en pleno Barrio de Salamanca, la casa cuenta con una terraza ajardinada de casi 1.400 metros cuadrados.
En este impresionante jardín con más de 400 plantas, árboles y rosales, y unas enormes cabezas de buda, el vidente ha llegado incluso a hacer celebraciones con más de 200 personas.
En medio de ese jardín, además, hay una pequeña casa de cristal que recuerda al Palacio de Cristal del Retiro y donde se esconde una piscina de mármol con zona Chill-Out y una pasarela de cristal que pasa por encima de la misma para llegar a un comedor de 200 metros cuadrados.
Y aquello es todo un espectáculo. El sueño de cualquier anticuario. Impresionantes lámparas, jarrones, esculturas, antigüedades, cuadros, libros…. Aquello parece más una tienda de antigüedades que una casa familiar. Antigüedades elegidas precisamente por Jose.
Las cartas a Franco
Tampoco ocultó cuando empezó a echar las cartas y de dónde viene su nombre. “Había una señora en la puerta del colegio a la que llamábamos la piojosa que echaba las cartas. Y como no quería enseñarme porque era pequeño, le dije que le daba a cambio dinero”.
En cuanto al nombre, “Rappel era el nombre comercial de mi padre: Rafael Payá Peletería”. Una empresa en la que empezó a trabajar el vidente como modisto y que le permitió echar las cartas a los famosos.
Y es que, desde entonces, Rappel echó las cartas a personajes que van desde Francisco Franco hasta La Pasionaria, pasando por la infanta doña Mercedes, la Duquesa de Alba, Lola Flores, Rocío Jurado, Christina Onassis o la mujer de Severo Ochoa.
“Franco me dijo que no creía en estas cosas. Pero curiosamente me salieron cosas de su familia y de sus nietos y me puso las manos en las cartas y me dijo que no contara nada más”, le contó el vidente a Bertín Osborne. “Severo Ochoa me dijo que le gustaría abrirme el cerebro para ver que tenía en la cabeza. Fue todo un encanto”, dijo sobre el Nobel de Física.
En cuanto a La Pasionaria, contó que le recibió en su casa y “vi que tenía una R que le había marcado. Se echó a llorar y me dijo: es mi Rubén. Se le había muerto un hijo joven en el frente durante la guerra civil”.
También vio la muerte de su propio hijo. "Al día siguiente de nacer mi segundo hijo, dije que se nos iba a morir de algo de la cabeza antes de que cumpliera el año. Desgraciadamente al niño se le declaró un derrame cerebral y una meningitis".