Sol Aguirre es una de esas afortunadas personas que ha podido cumplir sus propósitos de Año Nuevo -aunque fueran los del 2016-. En su lista de deseos no estaba ir más al gimnasio o dejar de fumar, su propuesta era aún más ambiciosa: sacar un libro. No todo el mundo se podría poner esta meta, pero ella, con miles de lectores que devoran su blog al mes y con un currículum lleno de trabajos para artistas del teatro y la música, sí puede.
Lo curioso es que estudió Derecho y estuvo durante años ligada a las labores de márketing. Pero llegó una etapa que cambió a mejor su vida: "la maravillosa crisis de los cuarenta". Y es que hasta ese momento Sol se dedicaba a lo que parecía ser su destino: "Sacaba muy buenas notas, era buena estudiante. Y siempre he pensado que si se me hubiera dado mal estudiar hubiera podido hacer lo que realmente me gustaba, pero no fue así y esa buena actitud ante los estudios me dirigieron hacia la carrera de Derecho. Además, venía de una familia con empresa familiar y, de hecho, yo trabajé allí desde los 16 hasta graduarme", recuerda la autora.
Pero Nueva York y ese atrevimiento que se va sumando con la edad llegaron a su vida. "Mi mejor amiga de la facultad se fue a vivir a la Gran Manzana hace muchos años y mi amiga Carmen Vidal, directora de cine, también está allí. Es una ciudad que me encanta y en el que confluyen muchos factores que me inspiran", explica Aguirre. Viaja una media de tres veces al año a Nueva York y en una de esas estancias lo decidió: "Voy a hacer lo que siempre he querido hacer y aún no he hecho, voy a hacerlo ahora. Y creé un blog, llamado Las Claves de Sol, y ¡la cifra de lectores no paraba de subir!".
Así empezó su vínculo entre letras y lectores, aunque su relación con la escritura ya formaba parte de su vida pues es guionista de teatro y autora musical. Pero ahora llegó su debut en las librerías con Algún día no es un día de la semana. Cualquiera puede sentirse identificado con el relato, ya que se trata de historias para majaras muy cuerdas, en la misma línea que sigue su blog, pues escribe en un lenguaje que conecta fácilmente con el que está al otro lado: "El secreto del éxito es que la gente se identifica y se ríe. Me río de mis miserias, de los tíos que desaparecen sin decir ni mú, de los mareadores... al final, por muy diferentes que seamos a todos nos pasan las mismas cosas", expresa Sol.
"Me llamo Sofía Miranda y no me peino, tengo una letra horrorosa, digo muchas palabrotas, odio cocinar, veo pelis malísimas que me encantan, tengo celulitis y una flaccidez en los brazos que es MUY BESTIA. Se me olvida depilarme las cejas y, a veces, me muerdo las uñas. Ah, y acumulo una cantidad ingente de platos sucios en el fregadero porque odio vaciar el lavavajillas". Con estas líneas se presenta el personaje principal del libro que recuerda a la carismática Bridget Jones. "Me señalan como Sofía porque soy soltera con dos niñas... pero no es tan así, algunas son experiencias reales y la mayoría es ficción".
"Solamente escribo de aquello que he vivido o que entiendo perfectamente lo que está pasando, que es como si lo viviera", por este motivo, aunque en sus historias sarcásticas se tratan mucho las relaciones imposibles y los desamores, no podría hablar de divorcios. "Muchos lectores me preguntan por qué no hablo de divorcios, que es un tema que da para mucho, pero es que ¡no me he divorciado!", explica.
Lo que sí ha vivido y le encanta revivir día a día es el sabor del Cola Cao o ver a su adorado Ryan Gosling, tal y como cuenta en el perfil de su blog. "Ahora mismo está muy generalizado, pero que conste que yo puse que me gustaba Gosling antes de que se estrenara La La Land", dice entre risas. Le gusta tanto que, a pesar de, por supuesto, haber visto la película, "quiero volver a verla, porque necesito masticarla más".
Durante su charla con EL ESPAÑOL la escritora disfrutaba de una grata compañía que se ha convertido en su mejor publicista. "Estoy ahora mismo aquí con Chenoa, celebrándolo", cuenta a este medio. Y es que la cantante ha colgado en sus redes sociales el lanzamiento del primer libro de su amiga. "Solo me queda por leer el final", explica al otro lado del teléfono la intérprete mallorquina.
En vista del éxito, Aguirre ya está pensando en un nuevo libro: "Siempre voy con mi libreta, me siento a desayunar y le voy dando al coco. Tengo una idea ahí pensada para un segundo libro, pero por ahora quiero disfrutar de este". Y es que su primer libro acaba de salir del 'horno' y justo en una fecha tan señalada como San Valentín, algo que chirrió en un principio a su autora porque su novela no precisa de pareja para seguir adelante, "es una oda al autoamor, así que os lo podéis autoregalar por San Valentín o por San Solterín".