Bertín Osborne (62) sigue sin encontrar su casa perfecta. Así se lo ha hecho saber a su mujer, Fabiola Martínez (44), durante la emisión de este miércoles, 16 de febrero, de Mi casa es la tuya.
Es por ello por lo que Javier Cámara (50), José Coronado (59) y Roberto Álamo (46) los últimos invitados del jerezano, han acudido a la casa que éste tiene en Madrid. La visita de actores, convidados al espacio con la mera excusa de poder promocionar la última cinta de Mediaset España, Es por tu bien, ha obligado a que Osborne invitara a dos de sus tres hijas al programa debido a la temática de la cinta.
El filme narra la historia de tres padres obsesionados con impedir que sus hijas sigan manteniendo una relación sentimental con sus actuales parejas sentimentales. Uno a uno, como suele a suceder en el programa, Bertín ha invitado a su sala de estar a los artistas mientras Javier Cámara aportó todos los ingredientes para cocinar patatas a la riojana.
El padre de Javier Cámara quería que fuera agricultor
Javier Cámara, quizá uno de los actores españoles más celosos de su privacidad, se ha abierto en canal a Bertín Osborne y ha contado al cantante todos y cada uno de los detalles de su infancia.
El riojano ha confesado al jerezano que su padre "quería que fuera agricultor a pedradas" al igual que lo era él. "Peleábamos mucho", ha contado en el programa emitido por Telecinco. "Yo no quería esa vida y no sabía cómo decírselo", ha relatado, visiblemente emocionado, y contando que una de las grandes pasiones de su progenitor era tocar el saxofón.
Esa vena artística permitió quizá al padre de Javier permitirle que viajara finalmente a Madrid para cumplir su sueño. Un sueño accidentado y difícil de alcanzar para una persona que no tenía ni el COU. "Fui un hijo díscolo. Tenía muy malas notas", ha confesado a Bertín, afirmando que un profesor le dijo que dejara de desperdiciar el tiempo y que se marchara a la capital si realmente le apasionaba el teatro.
"No me pidieron que volviera a 7 vidas"
Mientras estudiaba arte dramático en la RESAD, Cámara trabajó como acomodador en el teatro Fígaro, ubicado en Tirso de Molina, algo que le parecía lo más fascinante del mundo. Poco a poco, gracias a su paciencia, empezó a conseguir pequeños papeles hasta que hizo su incursión en el mundo de la televisión.
Su gran papel llegó cuando entró a formar parte del elenco de 7 vidas, serie que afirma que le sirvió como escuela gracias a actores de la talla de Amparo Baró, que interpretó a su madre durante las temporadas que el riojano estuvo vinculado al programa. "Amparo Baró daba las collejas hasta en los ensayos. Tuve el cuello rojo durante años", ha contado a Bertín en tono de risa.
Cámara abandonó la serie producida por Globomedia para hacer cine con Almodóvar y la productora se vio obligada a contratar a otros actores que hicieron que las cifras de audiencia de la ficción mejoraran. "No me pidieron que volviera", ha relatado entre risas el actor.
Bertín y José Coronado compartieron chicas
Cuando llegó el turno de Coronado de pasar por el sofá de Bertín, este no tuvo pelos en la lengua para confesar a Bertín que había compartido cama con muchas de las chicas con las que el cantante ya había estado.
"Yo de ti sabía de toda la vida. Contigo me han pasado unas cosas tremendas. De ir a conocer a gente e ir a hacer mi faena y decir 'aquí ya ha toreado Bertín'. ¡Siempre salía tu nombre", ha comentado el actor en el espacio de Telecinco, donde ha recordado sus pinitos como coreógrafo, pese a que no tuviera mucha idea de baile, y como modelo. Tal como ha contado en numerosas ocasiones, Coronado no tenía ningún tipo de vocación por ser actor, pero una novia le ayudó a serlo cuando le confesó estar harto de llevar su propio restaurante y cansado del mundo de la hostelería.
"Eran otros tiempos", ha comentado, reconociendo que su trabajo como actor en sus inicios era pésimo. "El aprobado estaba más barato. Aprendí haciendo kilómetros", ha asumido.
"Isabel Pantoja daba mucho morbo. Era la viuda de España"
Rememorando sus inicios, el intérprete de El Príncipe ha recordado con Bertín ser compañero de reparto de Isabel Pantoja en Yo soy esa, la primera cinta que rodó la folclórica.
"Isabel por esa época daba mucho morbo. Era la viuda de España", ha declarado. "Ella no sabía que era hacer cine y nos hicimos muy amigos", ha contado. Tanto que llegaron a relacionarlos sentimentalmente, como le ha apostillado Bertín. Pese a ello Coronado, que nunca ha pasado por el altar por no ser "muy de matrimonio", ha revelado que nunca llegaron a ser más que amigos.
Roberto Álamo dejó su trabajo como delineante
El madrileño Roberto Álamo ha confesado a Bertín no haberse sentido muy querido por su padre de pequeño. De hecho, este, butanero de profesión, jamás le llegó a decir que le quería. "Solo me sentía querido por mi padre después de ir al peluquero", ha confesado el actor, que ha relatado cómo su progenitor depuraba el corte del barbero a todos sus hijos con una maquinilla de afeitar.
"Cuando me cogía del cuello con sus manos enormes sentía que me quería. Él nunca lo decía", ha explicado el actor que ha relatado que, por el contrario, su madre es muy parlanchina y cariñosa.
Como casi todos los actores, Álamo llegó a la gran pantalla casi por error. Su padre lo enchufó en una empresa de arquitectos trabajando de delineante y sólo aguantó un día. Escuchando el hilo musical de la empresa, el artista se encontró mal y fue al despacho de su jefe para decirle que se marchaba inmediatamente. Poco después inició sus estudios de teatro costeados por él mismo trabajando de camarero ya que su padre no estuvo dispuesto a pagárselos.
Roberto está casado con una psicóloga colombiana que le ha ayudado a preparar varios de sus papeles. "Es una eminencia", ha confesado a Bertín, poco antes de desvelar que tiene un hijo con ella que se llama Río. "Escribía constantemente 'río' en los márgenes de los libros", ha contado, "y le propuse a mi mujer llamar así a nuestro hijo. ¡No tiene diminutivo!", ha bromeado.
Confesiones en la cocina
Junto a las hijas de Bertín, los actores han seguido desgranando varios aspectos de su vida privada. Entre ellos, cómo sus hijos e hijas han vivido el fenómeno fan.
En una de esas, José Coronado ha confesado que estando un día en el coche con Miguel Bosé, este pegó a una fan que le estaba agobiando. La chica, lejos de sobresaltarse, comentó emocionada al resto de sus amigos, arremolinados en torno al coche, lo contenta que estaba.
En ese momento, Roberto Álamo y Bertín Osborne recordaron una situación parecida a la que se enfrentó Justin Bieber el pasado año, cuando pegó un puñetazo a un fan español que se acercó a su coche justo después de un concierto en el Palau Sant Jordi. El presentador del espacio y el actor no dudaron en condenar al unísono al cantante, ídolo de adolescentes, tildándolo de "gilipollas" e "imbécil".