Tania Sánchez, la desaparecida del triángulo de las Bermudas de Podemos
El enroque de Pablo Iglesias ha hecho que la ex de IU 'desaparezca' de las primeras filas del Congreso, como el famoso mito.
23 febrero, 2017 01:39Noticias relacionadas
A ninguno de los tres le gusta hablar de su vida privada, pero lo cierto es que sus gestos dicen más que sus palabras cuando se trata de Pablo Iglesias (38 años), Tania Sánchez (37) e Irene Montero (29). El último de ellos, este mismo martes, era captado por la cámara del fotógrafo Ángel Navarrete.
Esta genial y narradora foto que todos utilizamos hoy es de @AngelNavarreteC. pic.twitter.com/l5JGuZDK3B
— Juan Pablo Arenas (@arenasjp) 21 de febrero de 2017
La intimidad de Iglesias transcurre de forma paralela a su trayectoria profesional y eso se ha reflejado en los estratégicos movimientos que han experimentado su partido en los últimos tiempos, haciendo que cobre sentido el famoso mito del Triángulo de las Bermudas, en el que los barcos desaparecían del mismo modo en el que lo ha hecho Sánchez de la primera línea de la formación.
En la época en la que mantenía una relación con Tania Sánchez -no en vano ambos vivían juntos en un piso en Rivas-, esta era parlamentaria de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid, pero pronto pasó a integrarse en las listas de Podemos. Y lo hizo como uno de sus principales estandartes políticos. Fue un fichaje de esos que en el mundo del fútbol se pueden tachar de mediático. A su labor política se sumaba que era la pareja del líder de la formación morada. Pronto comenzó a distanciarse de Iglesias y a posicionarse en el sector más afín a Íñigo Errejón (33), pero siempre en los primeros puestos. Además, sus tentáculos llegaban hasta el Consejo Ciudadano de la Comunidad de Madrid.
Tras anunciar su separación vía comunicado oficial, como si de una pareja institucional se tratara y lejos de aquella intención de mantener su intimidad alejada del foco mediático, ambos reconocieron admirarse mutuamente, pero decidieron emprender caminos personales diferentes. Con el tiempo, el distanciamiento fue también laboral, y la parlamentaria -y errejonista- Tania Sánchez acabó cediendo su escaño a otros compañeros de filas mucho más cercanos, ideológica y sentimentalmente, a Iglesias y ocupando su sitio en el gallinero.
Es el caso contrario de la propia Irene Montero. La actual pareja sentimental del líder Iglesias es ahora portavoz de Podemos en el Congreso.
Llevan más de año y medio juntos y ya no esconden su amor. El pasado fin de semana ambos se dejaban ver en un bar cercano al Círculo de Bellas Artes de Madrid -donde se celebraba el primer Consejo Ciudadano y se nombraba a la propia Irene como la sustituta de Errejón en la portavocía de la Cámara Baja- derrochando naturalidad y besos por doquier.
Un número reducido de personas fue testigo del encuentro privado del mismo modo en el que los ojos de los españoles hicieron lo propio con los gestos públicos de la pareja en el Hemiciclo. El intercambio de miradas y conversaciones entre susurros de ambos es más evidente que nunca desde que Montero tiene su sitio justo al lado del de Pablo Iglesias en las filas del Congreso.
Dos mujeres y un destino
Como decía la canción protagonizada por David Bustamante (34) y Álex Casademunt (35), las dos mujeres que han pasado por la vida de Iglesias -una rubia y otra morena- han compartido pareja y cargos en el partido, aunque las trayectorias de ambas han discurrido por caminos paralelos.
Así, Irene Montero, madrileña al igual que Sánchez, ha residido toda su vida en un castizo barrio de la capital. Licenciada en Psicología, adora trabajar con niños y jóvenes y se afilió a las Juventudes Comunistas con sólo 16 años, aunque hasta que no cumplió los 26 no se unió a la formación de Iglesias como candidata al Consejo Ciudadano y responsable de Movimientos Sociales. De ella, Iglesias ha dicho que será su futura vicepresidenta y ministra de la Presidencia.
En el caso de Tania, cursó Educación Social y se ha dedicado a la atención a la drogodependencia. Su incorporación al mundo de la política fue mucho más tardía que la de Montero. Lo hizo con 22 años, y su primer cargo fue la delegación sindical por Comisiones Obreras. Después llegaría la Concejalía en Rivas por Izquierda Unida así como la Secretaría de Organización en el mismo municipio. Tras ocupar el cargo de concejala de Cultura y Fiestas, pasó a a la Asamblea de Madrid. A partir de ahí, su currículum es de sobra conocido.