Siempre se ha mostrado como una mujer sin tapujos, por eso no es de extrañar que este domingo volviera a abrirse en canal sentada en el sofá de Chester in love, delante de un Risto Mejide (42 años) deseoso de bucear en la vida de Mercedes Milá (65). La presentadora de Gran Hermano durante 16 ediciones no defraudaba y hacía un recorrido por su vida sin dejarse nada en el tintero, ni siquiera los episodios más dramáticos y controvertidos relacionados con las drogas o la depresión.
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Así, la visita de Ismael Beiro (43), el ganador de la primera edición del reality, era una de las más reveladoras. Después de los piropos iniciales, el concursante destapaba uno de los aspectos negativos de Milá y recordaba una cena en Manzanares el Real, en plena campaña antitabaco de la presentadora.
"Ella no fumaba y yo le pregunté por los porros", comentaba Beiro, quien aseguraba haber quedado impactado tras la respuesta de Milá. "Me dijo que le encantaban. Se me quedó grabado", proseguía.
Tras el estupor inicial de Beiro y Mejide, la presentadora retomaba la conversación y se justificaba. "He fumado muchos porros en mi vida, de hachís y de marihuana, hasta un día que me sentó mal un canuto de marihuana y me creí morir. Ese día en Manzanares yo tenía invitados, les serví la cena y me pasaron un canuto. Le dí dos caladas. Era una bestialidad lo que lo habían cargado. Me afectó mucho y eso que no era el primero. Me fui directa al lavabo y me desmayé. Al cabo de una hora vinieron a por mí. Nunca más he vuelto a dar una calada a un porro del miedo que llegué a pasar. Le vi la cara a la muerte", explicaba Milá.
Con todo, la catalana siempre ha sido partidaria de legalizar las drogas. "Nunca me ha importado contar cuál ha sido mi experiencia", relataba ante un Risto notablemente ojiplático.
La droga no ha sido, ni mucho menos, el único tema sobre el que han hablado Mejide y Milá. Esta última también ha recordado su última etapa como presentadora en Gran Hermano, en la que sufrió "angustia, miedo y ansiedad". "Me costó salir del agujero" porque lo veía "todo negro", explicaba. "Hace año y medio yo no podría haber venido a hacer esta entrevista porque me habría puesto a llorar a la entrada", confesaba ante un Risto cada vez más atónito. ¿La razón? Según la propia Milá, en la última etapa de su paso por el plató del reality presentaba otros programas al mismo tiempo y, aunque ella se veía capaz, ni el cuerpo ni la mente le respondían. "La salud es lo más importante", sentenciaba visiblemente afectada.
Uno de los momentos más polémicos de su entrevista tenía lugar con la llegada de un bioquímico que pretendía desmontar una de las teorías defendidas por la presentadora sobre la alimentación. El experto, tras explicar su postura, acusaba a Milá de no contrastar la información antes de respaldarla a ultranza, algo que molestaba sobremanera a la invitada, que sólo encontraba una salida para defenderse: criticar el físico del bioquímico y atribuirle sobrepeso, a fin de restarle credibilidad a la hora de hablar de alimentación. Justo en ese momento, las redes sociales comenzaban a arder, hasta el punto de convertir a Mercedes Milá en Trending Topic.