Lucía Dominguín (59 años), la madre de Bimba Bosé, ha concedido su primera entrevista después de la muerte de su hija. Rota por el dolor, ha confesado que perder a la modelo ha sido lo más duro que le ha pasado en la vida. Un dolor que no sabe si podrá superar algún día. "Ya no puedo ser igual que antes, sin Bimba. Perder a un padre, vale, a una madre, vale, es un golpe enorme... pero, ¿mi hija?", explica Lucía en la revista Semana.
Aún resuena en su cabeza la llamada que le hizo el exmarido de Bimba, Diego Postigo, para desvelarle el desenlace de la que fuera musa de David Delfín (46). "A pesar de saberla enferma, con ese espíritu suyo, no me lo esperaba. Aún me cuesta escuchar el sonido del teléfono. Oigo su voz de fondo, tremenda...". No ha vuelto a hablar con él ni con sus nietas Dora (13) y June (5) después de que dieran el último adiós a Bimba. Lucía no se siente preparada para ello y prefiere pasar antes su duelo. Sabe que sus nietas están bien con los Postigo, a la que ella define como una familia maravillosa, y el reencuentro llegará cuando esté algo más recuperada del duro golpe porque no quiere que sus nietas la vean sufrir.
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"Cuando se trata de la muerte de una hija a la que quieres con locura, encontrarte de pronto con esto es insoportable. Es un duelo especial con punto de locura, porque no estás preparado para enterrar a un hijo. Lo que pasa es que yo no creo en la muerte como tal, solo física, y eso me ayuda a no perder la razón", revela en la misma publicación. Este desgarro que siente piensa que no se va a calmar nunca. Ya no volverá a ser la persona que era antes y ahora mismo necesita buscar un recurso para salir adelante.
Lucía Dominguín actualmente vive en Valencia junto a su hermana Paola y a su hijo Olfo. Paola Dominguín (56) confesó a EL ESPAÑOL hace unos días que su hermana apenas salía de casa y estaba recluida. Su familia está siendo uno de sus grandes apoyos y ahora están más unidos que nunca. La muerte de Bimba ha hecho incluso que Olfo y su tío Miguel Bosé (60) vuelvan a retomar su relación.
El cantante ha sido como un padre para los hijos de Lucía y por eso no dudó en coger un avión desde las islas Galápago para asistir al tanatorio a despedirse de "su hija querida", como él mismo expresó en sus redes sociales el día del fallecimiento de la modelo. Lucía Dominguín solo le pide a la vida que siga teniendo consideración con ella y le da las gracias por haberle dado a Bimba.