La historia del fulminante y repentino adiós de Paloma Gómez Borrero en 15 días
La periodista fallecía este viernes tras una breve pero grave enfermedad. Así fueron sus últimos días
27 marzo, 2017 00:21Noticias relacionadas
Su cuerpo descansaba en la misma sala en la que lo hizo el de Bimba Bosé. La número 17, la más grande del tanatorio La Paz de Madrid. Ni siquiera era suficiente para albergar a la gran cantidad de amigos y conocidos de Paloma Gómez Borrero (82 años) que quisieron darle el último adiós. Eran empresarios, compañeros de profesión, actores y políticos. Pero todos tenían una cosa en común: la misma incredulidad y tristeza de quienes han recibido una noticia trágica de golpe, sin esperarlo. La sorpresa era, pues, la tónica general después de que una brevísima, pero grave, enfermedad se llevara a la periodista Paloma Gómez Borrero el pasado viernes por la noche.
15 días. Ése es el tiempo que le ha dado de margen el mal que le detectaron en el hígado. Dos semanas en las cuales Gómez Borrero se sometía a varias pruebas médicas y una intervención quirúrgica. Todo comenzaba una mañana normal y corriente en los estudios de televisión de 13 TV, a los que Gómez Borrero acudía con asiduidad, aunque en los últimos días se encontraba bastante cansada. Allí Anabel, la maquilladora, la vio más amarilla de lo normal y le recomendó visitar a un médico. "Te tienes que mirar el hígado", le dijo, tal y como rememora Nieves Herrero en conversación con EL ESPAÑOL. Dicho y hecho.
Después de someterse a los correspondientes análisis clínicos y demás pruebas, los médicos se dispusieron a operarla de urgencia "de algo relacionado con su hígado y con unos cálculos biliares". Tan rápido fue todo, que no pudo acudir a la tertulia. Tras permanecer unos días en la UCI, fue trasladada a planta. "El lunes pasado ella pensaba que le darían el alta, luego era el martes... el caso es que se le complicó con una infección y tuvo que tomar antibióticos. Pero su actitud en todo momento era la de salir del hospital y volver a trabajar", relata Herrero quien, como otros muchos compañeros, siempre pensó en una pronta recuperación, sobre todo cuando ella les explicó cómo evolucionaba su estado: "Una infección por la que me están inflando a medicamentos. Hasta que no la supere, no saldré".
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"No me olvidéis. Un beso muy grande" fueron sus últimas palabras, tal y como recogía en este medio la presentadora de 13TV. Un último whatsapp que nada hacía presagiar el cariz que tomaría la ausencia de Gómez Borrero en el programa Hoy es noticia. "El día que ingresó tenía que venir a nuestro programa y no pudo. No paraba de excusarse. Siempre fue muy cumplidora", recuerda Nieves Herrero.
"Siempre recurríamos a ella en todo lo que tenía que ver con el Papa, los años jubilares, los encuentros de la Juventud o las beatificaciones. Yo siempre la he tenido cerca, la entrevisté cuando no era una persona tan famosa como ahora", revela la presentadora a este medio.
En el hospital coincidió con su compañera de Amigas y conocidas Inés Ballester, que recientemente recibió el alta después de un lustro luchando contra el cáncer. La presentadora, muy afectada en el tanatorio de Gómez Borrero, revelaba que ésta siempre había sido una guía para todos los compañeros de profesión, y que por eso esta vez era Ballester quien quería convertirse en la luz que la iluminase a ella.
Su marido, el piloto italiano Alberto de Marchis, y los tres hijos que tenían en común, Carlos, Giorgio y Ranieri, están desolados. No hay consuelo para ninguno de ellos. Ni siquiera para sus nietos, aunque ya son mayores. Apenas hubo tiempo para las despedidas, aunque su familia estuvo esa última noche pegada a su cama en el hospital español, pese a que su residencia habitual está en Italia. Ella misma se encargaba de volar todas las semanas a Madrid para cumplir con sus compromisos profesionales. Durante toda su vida compaginó sabiamente sus dos pasiones: su profesión y su familia.
Era tanto el celo con el que la periodista preservaba su vida privada que muchos de sus compañeros de profesión ni siquiera les conocían. Pero daba igual. Les apoyaron este fin de semana en el tanatorio, hasta que Paloma Gómez Borrero fue incinerada.
Sus amigos, entre los que se encontraba el director de Amigas y conocidas Alberto Maeso, destacan la vitalidad y la profesionalidad de Gómez Borrero. Nadie se creía que tuviera 82 años y siguiera llevando el ritmo frenético que implica la profesión de periodista y que muchos no son capaces de seguir.
Una de sus últimas apariciones de índole social tenía lugar justo antes de que la bomba médica llegara a su vida. Hace dos semanas, la periodista se reunía con sus algunos de sus compañeros para compartir uno de los almuerzos mensuales que organiza la Peña Cuarto Poder en el conocido restaurante Lucio. Precisamente el empresario quiso despedirla en el tanatorio. Durante aquella comida, Gómez Borrero les hizo partícipes de sus últimos viajes y de sus proyectos más inmediatos: en la actualidad, además de colaborar en las tertulias de 13TV y en Amigas y conocidas, hacía lo propio los fines de semana en el programa de Cristina López Schlichting, en la cadena COPE.
Su larga trayectoria profesional fue premiada en multitud de ocasiones. Recientemente recibió el premio Iris Toda una vida de la Academia de Televisión. Lo hizo de manos de otra de sus íntimas, Mari Carmen Izquierdo, quien también estuvo con la periodista durante las horas previas a su fallecimiento. Durante este acto aseguró que seguiría dando guerra en televisión “mientras el cuerpo aguante”.
Su última aparición televisiva fue el 8 de marzo en Amigas y conocidas, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Mujer. Allí bailó, rió e informó sin saber que 24 horas después ingresaría en el hospital.