La historia de amor de Carme Chacón y Miguel Barroso comenzó con un flechazo. La pareja, que se conoció en 2007, se casó a los pocos meses de ese primer encuentro. El 14 de diciembre de ese mismo año contraían matrimonio en una ceremonia íntima y familiar en Esplugues de Llobregat. En aquel entonces ella ocupaba el ministerio de Vivienda y él era director general de la casa de América además de asesorar al presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
La política y el empresario pronto se alzaron con el título de una de las parejas más guapas, estilosas y con más proyección del gobierno de socialista. Para muchos, su matrimonio iba a lograr moldear a la primera mujer presidente de España, uniendo la materia prima de Chacón junto con las manos expertas de Barroso.
Ella era una mujer de armas tomar como bien demostró al convertirse en la primera mujer en pasar revista a las tropas. Él era un hombre culto y con poder en los medios de comunicación. Hay que recordar que uno de sus hitos como secretario de Estado de Comunicación conseguido durante su extensa carrera profesional fue implantar la TDT en España y decidir la fecha del apagón analógico.
Anteriormente había sido jefe de prensa del ministro José Maria Maravall. Después de dirigir la comunicación de varias empresas privadas como Fnac, fue director de la casa de América de Madrid y uno de los asesores en la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero. Actualmente desarrolla su actividad entre Miami y Cuba, lugares que han inspirado algunas de sus novelas como Crónicas Caribes (1996) y Amanecer con hormigas en la boca (1999).
Tanto Chacón como Barroso siempre fueron muy celosos de su vida privada. Discretos y alejados del foco mediático, pero conscientes del interés que despertaban. Por eso, la que fuera ministra de Defensa no dudó en hacer un posado para la revista Elle durante su embarazo en 2008 para proyectar su imagen más familiar. Una estrategia que según dicen fue orquestada por su entonces marido.
Sus propios asesores de imagen se encargaron de elegir la ropa de la socialista que lucía un vestido premamá veraniego en tonos beige. "Supongo que mi aspecto no tiene nada que ver con la belleza, sino con el conjunto, con la luz que uno emite". También fue portada de Smoda de El País y de Yo Dona de El Mundo. El gusto de la socialista por las últimas tendencias le viene de su época en la que trabajó en el departamento de blusas y faldas de unos grandes almacenes españolas. Siempre reconoció comprar marcas made in spain y sentir perdición por las botas y zapatos altos.
A juzgar por las apariciones públicas de Barroso también se puede decir que es un hombre coqueto al que le gusta cuidarse, aunque la verdadera pasión de ambos siempre fue Miquel, el hijo que tienen en común. Cuando la pareja no estaba trabajando o de viaje, los dos pasaban tiempo con el pequeño que está a punto de cumplir nueve años. Desde que naciera, ha sido habitual ver a los tres en las playas de Lanzarote o en las exclusivas aguas de Miami.