Ocho meses y 200 metros de alejamiento y 31 días de trabajo social. Esa es la condena a Diego Matamoros tras la denuncia que interponía contra él su expareja, Tanit Grande. Ha sido este lunes por la mañana cuando el hijo de Kiko Matamoros conocía la sentencia en el Juzgado Penal número 24 de Madrid.
Diego y Tanit volvían a verse las caras. Ella llegaba en primer lugar. Lo hacía tapándose la cara para evitar ser captada por los reporteros gráficos. La ex de Diego ha llevado como testigo a su madre, que evitaba por todos medios a los reporteros. Y a su novio, como testigo presencial de los hechos. Ella no ha querido hacer declaraciones.
Diego sí se ha parado ante los medios que allí esperaban: “Tuve un mal acto y le causé un golpe a ella, pero por una caída. No es lo mismo. Lo que pedían ellos eran dos años de alejamiento y 500 metros, y se ha rebajado a ocho meses y 200 metros. 31 días de trabajo social. Voy a compensar a la sociedad con eso, con un trabajo social”. El joven ha salido satisfecho tras el acuerdo y evitar así una posible condena de prisión.
[Lea aquí: Las cinco claves del culebrón Diego Matamoros]