Fonsi Nieto (38 años) y Marta Castro (38) prometieron que su boda no iba a ser como las demás y lo han conseguido. Cuando el viernes muchos de sus invitados aparecieron disfrazados de personajes de Pokemon que bailaban junto a bandas de rock, la fiesta de su enlace ya auguraba una ceremonia nada tradicional.
Tras una alocada fiesta con amigos el viernes y una tranquila cena en familia el sábado, la jornada del domingo era el paso definitivo que los contrayentes darían para el resto de su vida. El día del 'sí, quiero' llegaba sin nervios para los novios, pero con mucha ilusión, tal y como demostró el expiloto en sus redes sociales, donde quiso agradecer a la que iba a convertirse en su mujer "que fuera la mejor que podía tener a su lado".
Los invitados a la boda estaban citados para las siete de la tarde en el hotel Xereca, aunque el enlace no comenzó hasta la llegada de la novia 28 minutos después, como ha desvelado ¡HOLA!, publicación con la que los novios han firmado una exclusiva.
Una 'princesa élfica' y un príncipe con cojera
En su primer paso hacia el altar la novia dejó claro que se trataba de una ocasión llena de emotividad y no pudo contener el llanto de felicidad. Las lágrimas caían por su rostro mientras se acercaba al DJ, rodeada de mil ojos que seguían sus pasos. Allí le esperaba Fonsi, que minutos antes había caminado por ese mismo pasillo del brazo de su hermana y cojeando. La antigua lesión producida por el accidente que sufrió en el gran premio de Indianápolis de 2006 aún aparece de vez en cuando para molestar al expiloto por lo que tuvo que pincharse para aguantar su gran día.
Además de la indudable emoción de Marta, lo más comentado de ese inicio de fiesta fue el vestido de novia. Firmado por Rosa Clará pero con aires nada clásicos, la joven recibió los halagos de sus invitadas: "Pareces un hada, un ángel, una princesa élfica". Y es que el vestido tenía un diseño ceñido a sus curvas, de estilo sirena y con flores estampadas en tono verdoso por todo el vestido que acababan con un tejido floreado en los tirantes y la zona del escote. En cuanto al peinado optó por la melena suelta, con volumen en la parte superior y decorada con una diadema de flores a juego con el ramo.
Los mini-protagonistas del día
El hijo de Fonsi y Alba Carrillo (30) tuvo un papel muy especial en el enlace, como le prometió su padre. Lucas (5) fue el encargado de llevar los anillos de los novios hasta el altar, convirtiéndose así en el centro de todas las miradas.
Vestido en elegante color blanco, acorde con los novios y el espíritu ibicenco, el pequeño consiguió emocionar a los contrayentes, sobre todo a Marta. Y es que Lucas no solo portaba las arras, sino que además llevaba un regalo muy especial para la novia: un cachorro de Golden Retriever.
La casa por la ventana
El bodorrio tuvo una ubicación de excepción. En un hotel de cinco estrellas, en plena naturaleza y con detalles que recordaban constantemente que se encontraban en Ibiza, donde la calma y el espíritu de fiesta casan a la perfección. Y es que la ceremonia civil se produjo en la zona de la piscina del hotel. Una piscina de efecto infinito, rodeada de centenares de velas y presidida por un molino de agua del siglo XV. Por si esto fuera poco, las luces también jugaron una parte fundamental de la cita, con las que consiguieron una atmósfera romántica a la vez que festiva que no paró de ser protagonista toda la noche.
Tras el 'sí, quiero', los invitados pudieron disfrutar de la auténtica fiesta "rompedora" que prometieron los novios. En una gran carpa se produjeron las mayores sorpresas de la cita con un toque muy circense: zancudos, acróbatas, payasos y contorsionistas se movían al son de la música de DJs y de las luces led que deslumbraban desde la bola de más de 250 kilos que reinaba en el lugar. Todo ello decorado con más de 2000 velas y flores en tonos pastel. Los asistentes tampoco se quedaron con hambre ya que se estima que los novios podrían haberse gastado unos 65.000 euros en los seis puesto de comida disponibles con sabores de todas las partes del mundo.
Control absoluto
Los novios no quisieron dejar nada a la improvisación y menos aún la posibilidad de que alguien pudiera echar por tierra su exclusiva cerrada para ¡HOLA!. Por este motivo, a las puertas del hotel todo estaba previsto para el correcto control de las entradas y salidas. Mediante la petición del DNI se controlaba que los invitados fueran los correctos y no hubiera asistentes inesperados en su bonito día. Entre los mismos pudimos ver llegar a Alonso Aznar, Luján Argüelles, Cayetana Guillén Cuervo, Miguel Abellán, Alfonso de Borbón o Arantxa de Benito
Tampoco se olvidaron de la presencia necesaria de los camareros y asistentes en el enlace, por lo que a estos les fue requisado el teléfono móvil para evitar que hicieran fotos de la ceremonia y pudieran publicarse antes de este miércoles.
Aunque no todo el control se basó en la protección de su exclusiva, sino también en la preocupación por sus invitados. Y es que, según informa Look, frente a la puerta del hotel se colocó una furgoneta con un alcoholímetro para saber el grado de embriaguez que presentaran los asistentes y así evitar que los más 'perjudicados' cogieran el coche y pudieran poner sus vidas en peligro.