Ni su imputación en la Operación Lezo ni la huída de su hermana Pilar Cavero de la empresa Subastas Segre han hecho mella en su negocio. Lourdes Cavero, la esposa de Ignacio González, está de enhorabuena. Estos días parece que se celebra la 'Semana de Oro' en su casa de subastas. Tres días de venta de obras de arte, artículos de diseño y joyas que contribuirán a engordar la caja de la empresa en la que también está la ex consejera de Caja Madrid, Carmen Cafranga, condenada a 1 año y 8 meses de prisión por el caso de las 'tarjetas black'.
La primera de las sesiones, celebrada este martes, fue un éxito de público y ventas. La gente se agolpaba en la sala de subastas situada en el exclusivo barrio madrileño de El Viso, muy cerca del estadio Santiago Bernabéu. A pesar de que el espacio es amplio, algunos de los presentes tuvieron que pujar de pie junto a la puerta, según pudo comprobar EL ESPAÑOL, allí presente. Hasta 5 trabajadores de la casa informaban de la puja a los clientes que también participaron por teléfono. Hubo ajetreo, rapidez y muchas ofertas. Allí estuvieron representantes de galerías, marchantes de arte e inversores privados, unas 50 personas en total.
Se trata de una de las subastas de pintura y escultura más importantes del año para la casa, con obras de Joan Miró, José Gutiérrez Solana, Antonio Saura, Eduardo Chillida o Francis Bacon, entre otros.
A pesar de ello, no acudió la presidenta de la sociedad, Lourdes Cavero, imputada tras la detención de su marido Ignacio González por la trama de corrupción en el Canal de Isabel II. Precisamente la empresa Subastas Segre fue registrada por los agentes de la UCO de la Guardia Civil tras la detención de Ignacio González, un hecho que no ha importado a sus clientes. "Llevo años confiando en esta casa, es una de las mejores y a mi la imputación de su presidenta no me preocupa. No es que no me preocupe, es que no es de mi incumbencia", explicaba uno de los presentes al finalizar la subasta. Otro de ellos prefirió "respetar la presunción de inocencia y no hablar del tema", como dijo a EL ESPAÑOL.
En la sala tampoco estuvo la cuñada de Ignacio González, Pilar Cavero. Hace dos semanas, después del escándalo que envuelve a las familias González y Cavero, abandonó la empresa Subastas Segre en la que era consejera. En la misma fecha, el 11 de mayo, también dejó de ser socia de los hermanos de Esperanza Aguirre, el pintor José Luis 'Jaelius' Aguirre (su pareja) y Santiago Aguirre, con quienes regentaba la galería de arte Flecha NB7 en el barrio de Salamanca y la empresa Heartealius SL, a través de la que compran y venden obras de arte.
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Pero incluso sin la presencia de las hermanas Cavero, la subasta de este martes fue un éxito. Se adjudicó un lote de cuatro bodegones de mitad del S.XVII atribuidos al pintor burgalés Mateo Cerezo por 120.000 euros, más del doble del precio (50.000 euros) por el que salieron a subasta.
Un dibujo de pastel y lápiz sobre cartón de Joan Miró fechado en 1977 fue adjudicado por teléfono por 44.000 euros. Otro óleo sobre lienzo de 1943 de José Gutiérrez Solana que captó la atención de todos los presentes, fue adjudicado por los 38.000 euros de salida.
Una de las obras que alcanzó mayor precio fue 'Paisaje', de Pablo Pozuelo, procedente de la Galería Joan Prats de Barcelona. Era precisamente el que ilustraba la portada del catálogo de Subastas Segre. Salió a subasta por 82.000 euros y se vendió por 92.000 euros.
Un óleo sobre lienzo del año 1982 del pintor Manolo Valdés salió a subasta por 85.000 euros y se adjudicó por 95.000 euros en sala. Muy pocas obras quedaron sin adjudicar, una de ellas fue la única de Francis Bacon de la sala, que formaba parte de una serie de 99 obras por la que nadie pujó.
El Estado, también presente en la subasta, se quedó con un libro de Juan de Arfe y Villafañe (1535-1603) que declaró 'inexportable'. Tras una puja en la mesa, lo adquirió por el precio de salida de 6.000 euros.
En total hubo 397 lotes de cuadros y esculturas. La mayoría quedaron vendidos, por lo que la sala podrá hacer una caja de 900.000 euros. Adjudicados los cuadros, los clientes pueden pagar a través de transferencia bancaria o en efectivo en la sala.