"Cuando se llega a cierta edad se deja de enseñar, sólo interesa lo bonito y lo estético", comentaba recientemente la actriz Candela Peña (43 años) con motivo de la promoción de la película Pieles, en la que se ha puesto a las órdenes de Eduardo Casanova (26). A la intérprete le ha sucedido todo lo contrario. En los últimos días se ha dejado querer por alfombras y photocalls mostrando su nueva imagen: mucho más moderna, renovada y sin complejos, que nada tiene que ver con aquella que mostró cuando recibió su último premio Goya, en 2013.
Peña causaba un auténtico impacto durante el preestreno de su último filme, esta misma semana. A algunos de los asistentes les costó incluso reconocerla. No era de extrañar, teniendo en cuenta que acudió a la alfombra rosa con unas modernas gafas de sol de colores, una minifalda rosa y un ajustado top nude que le han servido para ganarse las peores críticas de las analistas de moda. La actriz parece haber dejado atrás las camisetas holgadas, las faldas con bolsillos en las que solía refugiar sus manos y los vestidos largos de cuello alto que le servían para ocultar cada centímetro de su piel. Su estilo se asemeja más a Paris Hilton (36) que a Lucía Echevarría (50).
El cambio de Candela Peña no se percibe únicamente en el aspecto físico. Profesionalmente también ha logrado revertir la situación que en 2013 le llevó a pedir públicamente trabajo en plena gala de los Goya. Al recoger su galardón a mejor actriz de reparto por Una pistola en cada mano, recordó que llevaba tres años sin trabajar. "En estos tres años he visto morir a mi padre en un hospital público donde no había mantas para taparlo (...). Estos tres años ha salido de mis entrañas un niño y he visto cómo la gente se mata por no tener casa, y desde aquí os pido trabajo. Tengo un niño que alimentar. Gracias".
En su día, Peña lamentó que ni siquiera pudiera pagarse el AVE para ir a recoger el Goya y que la productora tuviera que pagarle la peluquería para la gala porque ella no podía permitírselo.
El ruego de la intérprete ha durado hasta este mismo mes de febrero. Durante la promoción de Pieles, volvía a reclamar un trabajo porque, aseguraba, llevaba meses sin rodar y tenía que pagar las facturas.
Pero lo cierto es que en los últimos tiempos Candela Peña ha dado la vuelta a su situación profesional. Desde que se hiciera con su último Goya, ha pasado por Ayer no termina nunca, Schimbare, Las ovejas no pierden el tren, Le Dernier Coup de marteau, Latin Lover, El tiempo de los monstruos, Kiki el amor se hace, Pieles, Enterrados y el cortometraje Alto Riesgo. Una media de dos películas por año han devuelto a la actriz, de nuevo, a la primera línea cinematográfica española, así como al que suponen los photocalls y eventos sociales, que constituyen todo un escaparate laboral para los artistas patrios.