Con solo 31 años, Rafa Nadal ha sabido diversificar sus negocios más allá del tenis y ya es un firme inversor inmobiliario en Mallorca, Madrid y México. Es el socio del empresario ibicenco Abel Matutes Prats (40) en varios restaurantes de éxito y precisamente junto a él acaba de desembarcar en la zona más cara de Madrid con una operación inmobiliaria sin parangón.
Han comprado el edificio en el que se construirán los pisos más caros por metro cuadrado (entre 15.000 y 20.000 euros) de toda la capital. 11 viviendas de lujo que se levantarán en un bloque de finales del siglo XIX en la calle General Castaños, junto al Tribunal Supremo. Situado cerca de la plaza de Colón, entre los barrios de Salamanca y Recoletos, ya tiene todas las casas vendidas, salvo dos áticos.
La operación, según ha adelantado El Confidencial, se ha realizado a través del área Real Estate de la empresa Mabel Capital, que gestionan el hijo del ex ministro de Asuntos Exteriores y el empresario Manuel Campos Guallar, asociados con el tenista Rafa Nadal y otros rostros conocidos.
DE LOS RESTAURANTES DE LOS FAMOSOS A LOS PISOS DE LUJO
No es el primer negocio que ponen en marcha el empresario ibicenco y el tenista de Manacor (Mallorca). Junto al cantante Enrique Iglesias y el baloncestista Pau Gasol, han cosechado gran éxito en las tres sedes de su restaurante Tatel en Madrid, Ibiza y Miami.
Tanto es así que el pasado mes de mayo los famosos socios se lanzaron a abrir Zela, su cuarto restaurante, en Ibiza. En este caso cuentan con la dirección gastronómica del chef 4 estrellas Michelín Ricardo Sanz, que será el director gastronómico del establecimiento, situado en la mejor zona de ocio nocturno de la isla.
[Más información: Ricardo Sanz, el hombre detrás del nuevo negocio de Gasol, Nadal, Enrique Iglesias y Matutes]
LOS OTROS NEGOCIOS DE NADAL
Como buen mallorquín, Rafa Nadal es un hombre de poco ruido y muchas nueces que, desde bien joven, se ha rodeado de la gente de su mayor confianza para sacar adelante sus negocios. Su tío Toni ha sido su entrenador hasta esta temporada y su madre, Ana María Perera, es la presidenta de la fundación que lleva el nombre del tenista mallorquín. En esta fundación, que impulsa proyectos de educación para niños a través del deporte, también trabaja su novia, Xisca Perelló, la directora de proyectos. Su padre, Sebastian Nadal, es una figura importante para el tenista en lo referente a los negocios, puesto que comparte sociedades con su hijo. También es el titular de dos empresas familiares: la inmobiliaria Aspemir, en Manacor, que el año pasado tuvo unos beneficios de más de 3 millones de euros y un centro deportivo en la misma ciudad mallorquina.
Precisamente su entorno familiar le animó, con solo 27 años, a entrar en una gran operación inmobiliaria en la isla de Cozumel, en el caribe mexicano. El tenista fue el promotor de dos complejos hoteleros, Secrets Aura y Sunscape Sabor con cerca de 500 habitaciones. El mallorquín está enamorado de la isla porque le recuerda a su Mallorca natal. De hecho, ha pasado varias temporadas allí antes de algunos de sus torneos.
Los climas tropicales le atraen, y quizá por eso (o por ayudar a promocionar el negocio a las hermanas Piñero, sus paisanas) se compró su primera vivienda en Playa Nueva Romana, un complejo residencial de Bahía Príncipe cercano a Santo Domingo. La vivienda estaba valorada en casi medio millón de euros, aunque dada la promoción a bombo y platillo que hizo el deportista, seguro que la consiguió por un precio menor.
Un año después adquirió su casa principal muy cerca de la de sus padres en Manacor (Mallorca). Se trata de un chalet de más de 1.000 metros cuadrados que le costó 4 millones de euros y que está situada en Porto Cristo, un enclave marítimo muy cercano a las Cuevas del Drac, la mayor atracción natural de la zona.