Da igual la estación del año en la que estemos, ellos disfrutan (y mucho) igual. Son los hijos de las familias más adineradas de Suiza, adolescentes multimillonarios que viven en Suiza, el país más caro de Europa. Jóvenes que apenas llegan a la mayoría de edad y que pasan sus días entre Rolex, Ferrari y bolsos de Louis Vuitton, que beben champán y que les gusta presumir de todo ello en las redes sociales.
Ver su tren de vida permite llegar a entender -o no- el derroche de dinero en su día a día. Muestran un lujo desenfrenado, con coches de superlujo, de los que conducen las estrellas de fútbol. "Thanks daddy for this present" (gracias papá por este regalo). Ese es el mensaje que se puede leer junto a las imágenes. Bienvenidos al imperio que ostentan miles de niños suecos.