El psiquiátrico cinco estrellas donde Campanario se ha curado en dos semanas
Está en primera línea de playa y tiene piscina, clases de hípica y senderismo. Ha contado con la ayuda de un equipo de expertos que le ha puesto una dieta y ejercicios diarios para conciliar el sueño y recuperarse.
25 julio, 2017 02:09Noticias relacionadas
"Lo sentimos pero no hay ni una plaza libre", se apresuran a contestar desde el teléfono de recepción de El Seranil, el centro hospitalario de salud mental donde María José Campanario (39 años) ha recibido tratamiento.
En Benajarafe (Málaga), un pueblo de poco más de 3.000 habitantes, el hospital se erige a orillas del Mediterráneo con una apariencia propia de cortijo andaluz, con los típicos colores blanco y amarillo. Cuenta con unas instalaciones que bien podrían ser las de un hotel de lujo: dormitorios amplios y luminosos con baño, televisión y climatización, salas de estar, gimnasio, piscina o terrazas al mar.
A solo 45 minutos de distancia, El Seranil también cuenta con una finca en la que los pacientes reciben clases de mountain bike, senderismo, equitación o equinoterapia, una de las actividades en la que son pioneros y con la que ayudan a mejorar la "calidad de vida" y las "capacidades personales".
Nada más entrar, el equipo médico se ocupa de regular el sueño de los pacientes con "horarios ajustados y la medicación apropiada". Les ponen una "alimentación de régimen" y una "rutina de gimnasia diaria y actividades deportivas" según ven conveniente, entre las que se incluyen paseos a caballo o piragua. María José Campanario ha contado en una entrevista con la revista ¡Hola! que en este centro ha practicado deportes que "antes podía hacer y que tuvo que dejar por la fibromialgia" y que gracias al tratamiento que ha seguido allí "poco a poco vuelve a ser la misma".
[Más información: María José Campanario, ingresada en un psiquiátrico de Málaga]
A la esposa de Jesulín de Ubrique (43) le ha costado reconocer su internamiento. Llegó a desmentir que estuviera ingresada, pero durante más de 15 días ha sido tratada por el equipo experto de uno de los mejores hospitales de salud mental del país, que se compone de casi 20 personas entre psiquiatras, psicólogos, enfermeros, trabajadora social, monitores, profesores y una experta en equinoterapia.
Aunque Campanario niega que sufra una enfermedad mental, los problemas que ella misma ha explicado que padece (falta de sueño, desórdenes alimenticios) en la citada entrevista son calificados por el centro malagueño como síntomas de la fase depresiva. Consultado este lunes por EL ESPAÑOL, El Seranil se niega a aportar cualquier información sobre María José Campanario y su ingreso. Ni siquiera confirman si sigue allí o ya lo ha acabado. No aportan ninguna información sobre los procesos de ingreso y el coste de los tratamientos "por motivos legales", aunque fuentes cercanas al entorno de María José Campanario han explicado que tiene un coste de entre 2.500 y 3.000 euros al mes. Autorizado por la Junta de Andalucía y concertado con el grupo ASISA, también atienden a pacientes de otros seguros médicos.
La esposa del diestro ha explicado que ingresó en El Seranil para que le regulasen "la medicación del dolor, el sueño y la alimentación". En los dos últimos meses, la odontóloga tuvo que ser ingresada varias veces en un hospital por los dolores de la fibromialgia que padece. Según ha contado ella misma, el medicamento que recibió era tan fuerte que le descontroló el sueño y la alimentación. "He llegado a dormir tres horas en una noche y eso es muy difícil de aguantar", ha declarado a su revista de cabecera.
El tipo de internamiento de María José Campanario en El Seranil ha sido "voluntario". Ella misma ha decidido entrar a través de un contrato y también ella misma decide su alta. Durante su tiempo de ingreso ha podido recibir las visitas de su marido cada dos días y hablar con él y con su familia por teléfono, ya que el hospital tiene una terapia de intervención no agresiva que favorece la "sociabilidad y la comunicación", según explican en su página web. Por esa razón también ha podido salir y entrar del centro a dar un paseo cuando lo ha necesitado.