Sonia González y Juan Peña en el tanatorio de San Isidro de Madrid. Gtres
El dolor de Marta y Sonia González tras la muerte del diestro Dámaso González
El torero vivía en su finca de Albacete con su esposa Feli. Estaba muy vinculado a sus cuatro hijos y a su nieto Tristán.
26 agosto, 2017 12:10La familia de Dámaso González Carrasco se encuentra rota de dolor por la muerte del torero albaceteño, junto al que han estado sus últimos días de vida. El torero ha fallecido en el Hospital Quirón de Pozuelo de Alarcón (Madrid) tras sufrir un cáncer de huesos. El mediodía de este sábado, sus restos mortales han sido trasladados al tanatorio de San Isidro de la capital española.
Aunque Dámaso González se retiró de los ruedos hace ya 14 años, siempre ha seguido muy vinculado al mundo ganadero, en el que también introdujo a sus cuatro hijos, Elena, Marta, Sonia y Dámaso González hijo.
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El menor ha seguido sus pasos en los ruedos, y el resto también ha acompañado a su padre en los negocios ganaderos. Elena y Marta se encargan de la administración de la finca familiar Los Prados, situada en Albacete y que alquilan para eventos y bodas. Junto a ella residía el torero y su mujer, Feli Tarruella. Precisamente allí el torero ha disfrutado en los últimos meses de su nieto Tristán, hijo de Sonia González, al que ha llevado incluso al picadero para ver torear a su tío.
Damaso Gonzalez con su nieto Tristán.
Sin duda las dos hijas de Dámaso González más conocidas son Marta y Sonia González. Las dos son periodistas, Marta González trabaja, entre otras publicaciones, para la revista ¡Hola!. En los últimos años también ha sido protagonista de las portadas de revistas del corazón por su matrimonio y posterior traumática ruptura de Miguel Palomo Danko, el hijo menor del diestro Sebastián Palomo Linares, también fallecido recientemente.
Sonia González también es periodista, desde hace más de una década está vinculada a la Televisión de Castilla-La Mancha. Está casada con el cantante Juan Peña, con el que tiene un hijo, Tristán, que ha sido el motivo de las mayores alegrías del diestro en sus últimos meses de vida.
Dámaso González junto a su hijo, su nieto y Cayetano Rivera Ordóñez.
Este verano, la enfermedad del torero se había hecho ya visible. Había perdido muchos kilos, aunque se le ha visto feliz, disfrutando de amigos como Cayetano Rivera Ordóñez, que le visitó en su finca albaceteña. En la capital manchega sienten una profunda admiración por él. De hecho, hace dos años se levantó una escultura suya delante de la puerta de autoridades de la plaza de toros de Albacete, junto a la de otro diestro de la ciudad, Chicuelo II.
