Las cuentas de Belén Esteban no le cuadran a nadie. Ni a Hacienda, ni a sus compañeros de televisión, ni a sus contables, ni a ella misma. Los últimos números presentados por su empresa Bem Imaging SL a los que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, son muy críticos. El mapa que dibujan es exactamente el de una situación previa a la quiebra. Y eso que se corresponden con el año pasado. Este curso ha sido aún peor, según ha contado la propia tertuliana, porque Hacienda ha vuelto. Le han embargado el sueldo de enero y ha temido que hicieran lo mismo con el chalet donde vive, en Paracuellos del Jarama (Madrid).
Belén Esteban facturó 288.000 euros en 2016, casi 100.000 euros menos que en 2015, pero sus deudas ascendían a casi 400.000 euros, por lo que las cuentas, una vez más, siguen sin cuadrarle. Después de 20 años en televisión más las exclusivas por las que ha cobrado mucho dinero, las deudas siguen pesando sobre sus hombros como una cruz. Su peor cruz.
Este sábado vuelve a Sálvame Deluxe con 'Belenazo', ¿o deberían llamarlo 'talonazo'?, porque las cuentas de la de San Blas piden caja con tanta urgencia como los embalses agua. Quizá por eso no ha tenido ningún reparo en hablar de un tema tan jugoso y a la vez delicado, la supuesta obsesión de María José Campanario con ella.
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Belén Esteban y Toño Sanchís cuando todavía trabajaban juntos, 2015.
En las cuentas registradas de 2016, los ahorros de Belén Esteban ascendían a 164.000 euros. Aunque según explicó ella misma a principios de 2017, esos ahorros ya no existen. Ha tenido que hacer frente a su deuda con Hacienda con ellos. Según se puede observar en los últimos datos del registro mercantil, Esteban esperaba cobrar este año casi 180.000 euros de facturas atrasadas. Pero aún así, la cifra todavía está muy lejos de los 400.000 euros de deudas que aparecen en sus cuentas. El beneficio acumulado por la empresa a lo largo de los años tampoco es muy alto, asciende a poco más de 50.000 euros.
Belen Esteban con su hija, Andre Janeiro, el día que cumplió la mayoría de edad.
Después de ganar el juicio a su representante Toño Sanchís por años de engaños -según su versión compartida por el juez-, éste tendrá que abonarle 500.000 euros más las costas del proceso. Aunque los abogados de Sanchís han recurrido, por lo que el proceso se alargará y, mientras tanto, Esteban tendrá que buscar la manera de salvar su situación económica. Mal momento, por cierto, con una hija en edad universitaria a la que ha querido dar los mejores estudios en Reino Unido.
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