El dolor de Alfonso Diez: pierde a dos hermanos en 15 días
El viudo de la duquesa de Alba vive las que son sus horas más bajas desde el fallecimiento de Cayetana, en noviembre de 2014.
19 septiembre, 2017 17:48Noticias relacionadas
Cuando enviudó, Alfonso Diez (60 años) decidió retirarse de la vida pública, de los flashes y de los saraos de índole social. Optó en su lugar por centrarse en su discreta y modesta vida, de la que formaban parte sus adorados perros, su familia y sus paseos al gimnasio o al cine. Precisamente eso es lo que ha hecho este mismo verano, momento en el que ha tenido que enfrentarse a otro duro golpe: la pérdida de dos de sus once hermanos con tan sólo dos semanas de diferencia.
Así lo revelaba el diario ABC, que aseguraba que Diez se encuentra "muy hundido. No hace ninguna vida social y sólo está con su familia (...). Prefiere vivir retirado de todo y llevar su dolor en privado", como ha hecho en los últimos años.
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Aunque no ha trascendido hasta ahora, fue el pasado mes de julio cuando el exfuncionario perdió a dos de sus familiares, uno de ellos, que padecía ya parálisis cerebral, como consecuencia de una neumonía que se complicó de forma repentina, mientras que el otro, su hermano Daniel, fallecía víctima de un cáncer que sufría desde hacía varios meses.
No en vano, eran frecuentes las visitas del duque viudo a la Fundación Jiménez Díaz para acompañar a su hermano durante el tiempo que duró su tratamiento.
Tres años sin Cayetana
Julio se suma así a su lista de meses horribilis, de la que ya forma parte noviembre. Fue ese mes cuando perdió a su mujer, la duquesa de Alba, concretamente el día 20. Este año se cumplen exactamente tres años desde su fallecimiento y Alfonso Diez pasará esa fecha como viene haciendo desde entonces: recordándola en la intimidad y asistiendo a la misa funeral que se celebra cada año y en la que se reencuentra con los familiares y amigos de la que fue su esposa.
Para entonces, la Hermandad de los Gitanos de Sevilla quiere rendir un particular y sentido homenaje a la que fue su mejor embajadora y ya planea erigir un monumento en el mismo lugar en el que reposan las cenizas de Cayetana Fitz-James Stuart. Por el momento, en la iglesia del Valle únicamente figura una sencilla placa que conmemora la fecha y lugar de la fallecida.