Muere Liliane Bettencourt, dueña de L'Oreal, dejando 31.200 millones de herencia

Liliane Henriette Charlotte Schueller (Liliene Bettencourt), la heredera de L'Oreal, ha fallecido a los 94 años de edad en París, según ha avanzado el diario francés Le Figaro. La hija del fundador de la firma de cosméticos francesa, Eugène Schueller, estaba considerada por la revista Forbes como la mujer más rica del mundo y la mayor fortuna de Francia (31.200 millones de euros).

Su hija, Françoise Bettencourt Meyers, ha sido la encargada de comunicar la noticia a los medios galos: "Liliane Bettencourt falleció esta noche en su domicilio. Habría cumplido 95 años el 21 de octubre. Mi madre se ha ido apaciblemente", ha escrito en un comunicado. En éste, ha confirmado la "fidelidad" de la familia con la empresa L'Oreal y su confianza en el actual presidente de la compañía, Jean-Paul Agon.

Los últimos años de la vida de Liliane Bettencourt han estado marcados por la batalla judicial entre su hija y su amigo de confianza, François-Marie Banier (70 años). El pasado junio finalmente llegaron a un acuerdo y bajaron las lanzas del duro enfrentamiento prolongado durante años y que salpicó, incluso, a Nicolás Sarkozy. 

Françoise Bettencourt Meyers y François-Marie Banier pujaron duramente por la confianza de la anciana, que se distanció de su hija por este motivo. La heredera llevó a Banier a los tribunales acusándole de apropiarse de hasta 1.000 millones de euros suyos aprovechando sus primeros achaques de Alzheimer. Éste, en cambio, defendía que la hija de Bettencourt había persuadido a distintos testigos para declarar en su contra. Finalmente, el juez acusó a la hija de la empresaria de soborno y a su confidente de "falso" testimonio. En mayo, las dos partes llegaron a un acuerdo para frenar los procesos judiciales, posiblemente por el peor estado de salud de Liliane Bettencourt.

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La tragedia siempre ha estado presente en la vida de la empresaria, que perdió a su madre con solo 5 años y tuvo tuberculosis en su juventud. Se trasladó a Suiza para curarse de la enfermedad y fue allí donde conoció a su marido, el periodista, empresario y político André Bettencourt. 

Aunque siempre estuvo muy próxima a su padre (era hija única), Liliane Bettencourt nunca quiso ocupar cargos de responsabilidad en la empresa. Por eso, depositó su confianza en François Dalle, amigo de la infancia de su padre y que se ocuparía de la expansión de la compañía como director y presidente de la firma. Él se ocuparía de la compra, entre otras, de la compañía Garnier.

Francoise Bettencourt, la hija de Liliane Bettencourt. Gtres

Su hija, la próxima heredera

Tras la muerte de Liliane, su única hija Francoise Bettencourt Meyers, se convierte en su principal heredera. La empresaria era la principal accionista, además de L'Oreal, de las compañías Maybelline, Urban Decay o NyX Cosmetics. Además, es la dueña de un extenso patrimonio inmobiliario difícil de cuantificar. En los años 90, por ejemplo, compró la isla D'Arros en el archipiélago de las Seychelles por 18 millones de dólares y unos años más tardes pudo venderla por casi 70 millones.