Ni vota al PP ni tiene nada de conservadora como su tío, pero tiene algo en común con él: Aran Aznar (43 años) también quiere mandar. La sobrina del expresidente del Gobierno, que trabaja como relaciones públicas de una discoteca muy conocida por los concursantes de realities, quiere dejar el mundo de la noche y ponerse a dirigir películas para adultos.
Este lunes los kioscos han amanecido con el cuerpo desnudo de Aran en la portada de Interviú y entre sus páginas ha confesado que sus ideales tienen muy poco que ver con los que se sobreentienden por su apellido. Se declara progresista, feminista, animalista y defensora del colectivo LGTBI, un grupo con el que comparte muchas noches de baile y diversión como muestran sus fotos en las redes sociales.
Entre esas cientos de instantáneas en las que Aran presume de amistades muy vip, destaca una que hoy toma más sentido que nunca. Se trata de una imagen junto al actor porno Nacho Vidal (43), con el que seguro habrá hablado mucho antes de tomar su última decisión profesional.
El hecho de moverse durante años en el mundo de la noche, le ha permitido conocer gente de todo tipo y entre ellos destaca otra figura del contenido erótico. Y es que Aran asegura que ha dado el paso gracias a un amigo llamado JP, que se dedica precisamente al cine porno y que sería quien le sugirió que se aliara con él.
Lejos de asustarle su nuevo reto, se muestra ansiosa por empezar y es que además lo hará con una sesión en directo en el Salón Erótico de Barcelona. "Tendrá su morbo empezar a dar instrucciones a los actores", ha declarado a la citada publicación. Pero ella quiere desligarse de las películas sin un argumento sólido y que van directamente al sexo, pues ella apuesta por unas escenas con "más elegancia y glamour".
Aún poniendo dosis de sutileza en sus contenidos, el que seguirá sin entender sus decisiones es su tío José María Aznar (64). Al político le sentó "fatal" la primera portada desnuda que hizo su sobrina y desde entonces la relación ha empeorado hasta el punto de ni siquiera querer sentirse de su familia: "Llevamos cuatro años sin hablarnos. No le debo nada, ni a él ni a Ana Botella (64). Nada. Son una familia muy conservadora y retrógrada, cerrados de mente, incluso anti gay. Prefiero estar fuera de una familia así".
Los que sí parecen haber entendido su nueva faceta son sus tres hijos, pues tienen 23, 20 y 16 años, edades en las que son conscientes para comprender las decisiones de su madre. Además, con su nuevo reto pretende reflejar sus valores. Porque en su defensa del feminismo quiere dar con su cine un gran respeto a la figura de la mujer que no siempre aparece bien representado en el porno. "Queda mucho machismo", asegura, y por eso ella, que se declara una gran madre, ama de casa y profesional va trabajar por dar un giro a esa visión y luchar por la igualdad desde su silla de directora.