La torera Cristina Sánchez (46 años) se ha quitado diez años de encima. O, al menos, esa era su intención cuando decidió iniciar un proceso de rejuvenecimiento facial integral que le habría costado 12.000 euros, según los cálculos efectuados por varios doctores especialistas en cirugía estética consultados por JALEOS.
Su cambio de imagen impactaba sobremanera este miércoles por la tarde, durante el entierro del ganadero Victorino Martín. La matadora de toros ha experimentado un cambio radical gracias a dos intervenciones quirúrgicas y a varios tratamientos de medicina estética que tenían como objetivo dulcificarle, perfeccionarle y estilizarle sus facciones. "Antes tenía unos rasgos muy duros y la piel bastante deteriorada (...). En cambio ahora transmite juventud", asegura el doctor Miguel de la Peña, director de las Clínicas Diego de León, en conversación con este medio.
Para la doctora María José Barba, sin embargo, el intento de Cristina Sánchez de quitarse años de encima no ha surtido efecto debido fundamentalmente al "exceso de relleno en la boca, en la región superior de los labios, pómulos y mejillas, que otorgan una cara hinchada. Ha perdido la angulación tan característica de su rostro. A determinada edad hay que evitar los rellenos excesivos porque la cara queda muy desfigurada y extraña. Es mejor optar por tratamientos que traten la flacidez y no den un volumen exagerado", concluye.
Pero, ¿qué se ha hecho Cristina Sánchez?
Para el doctor De la Peña, los tratamientos e intervenciones quirúrgicas a los que se habría sometido la torera en los últimos tiempos son muy evidentes. De hecho, la diferencia es bien visible si se compara la imagen de Sánchez el verano pasado, cuando regresó a los ruedos en Cuenca por una razón benéfica, con la de este miércoles durante el funeral de Victorino Martín.
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Dos son las operaciones realizadas en el tercio medio e inferior de su rostro. Por un lado, un lifting facial completo para eliminar las arrugas y regenerar el colágeno, así como para combatir la flacidez provocada por el paso del tiempo. Se trata de una intervención que" suele llevarse a cabo a partir de los 45 años (Sánchez tiene 46), pero sólo en aquellos casos en los que el rostro se encuentre considerablemente envejecido", explica el doctor.
La segunda operación consistiría en una blefaroplastia inferior, con la que se elimina la piel sobrante y la grasa acumulada en la parte inferior del ojo. Es decir, que con esta intervención "desaparecen las pequeñas bolsas e inflamaciones", tal y como señala el especialista.
En cuanto a los tratamientos de medicina estética, el aspecto que presenta Cristina Sánchez en su rostro responde a rellenos de pómulos, surgo nasogeniano y ojeras. Para De la Peña, habría recurrido o al ácido hialurónico -que requiere repetir la técnica cada seis meses para mantener los resultados- o bien a su propia grasa corporal "extraída de cualquier otra zona de su cuerpo y posteriormente centrifugada para depurarla y reinyectarla en las zonas deseadas".
Lo que más llama la atención en el caso de la matadora de toros es, sin duda, la imagen de sus pómulos, mucho más marcados y con más volumen que el que presentaba tiempo atrás. De ahí que el médico se refiera al relleno de surco nasogeniano como una de las opciones de Sánchez, pues "contribuye a rejuvenecer otro punto clave de la parte superior de los labios según avanza la edad. El ácido hialurónico alisa esas irregularidades. Además, las ojeras profundas se corrigen también con este mismo componente", matiza De la Peña.
No serían los únicos tratamientos a los que se habría sometido la madrileña durante las últimas semanas. Su piel, tersa y saludable, habría experimentado una mesoterapia facial con vitaminas que repercuten en una mayor luminosidad del rostro y una mayor hidratación.