Ana Obregón (62 años) lleva un tiempo teniendo que llenar su agenda de visitas al hospital. Sus padres están pasando por una delicada etapa por culpa de los achaques de salud, que son consecuencia frecuente de la avanzada edad, y la actriz permanece a su lado en todo momento. Hace un par de semanas era su progenitor el que tenía que ser atendido en el Hospital Ruber Internacional de Madrid y esta vez le ha tocado acudir de urgencia a su madre.
Este miércoles 18 de octubre por la tarde, su madre, Ana María Obregón, tenía que ser ingresada de urgencia en la misma clínica madrileña por una dolencia cardíaca, según ha podido confirmar JALEOS. Tras conocer el caso, fue intervenida por el doctor Rodríquez, médico experto en cirugía coronaria, para colocarle un marcapasos. Según ha podido saber este medio, la intervención ha transcurrido correctamente y ha finalizado con éxito y la paciente ya se recupera en la planta hospitalaria.
A su lado no han faltado en ningún momento sus familiares más cercanos, como sus nietos, y, por supuesto, la propia Ana Obregón que atiende a sus padres día a día y es la primera que se preocupa por su salud.
Pero sin duda uno de los mayores sustos vividos por la actriz fue hace dos años. En el mismo escenario de estos días, el Hospital Ruber, experimentó uno de los peores momentos de su vida debido al derrame cerebral que sufrió su madre. Era principios de septiembre y disfrutaban de un tiempo en Mallorca cuando sufrió el ictus. Ana y su hijo permanecieron al lado de la veterana de la familia y fueron los que más se alegraron de su curación cuando semanas después todo se había resuelto y las tres generaciones decidieron posar con una sonrisa ante sus seguidores de redes sociales.
Afortunadamente, la familia García Obregón ha superado de forma positiva todos los males de salud y los obstáculos más personales. La alegría que intentan transmitir todos sus miembros es contagiosa, pero no es tan viva en el terreno económico. Desde que la crisis azotó el país y sobre todo el sector de la construcción, el poder adquisitivo del clan cayó. Y es que el patriarca, Antonio García Fernández (91), era uno de los nombres líderes del gremio en la capital española. Este duro revés en su acomodada vida se convirtió en visitas a juzgados para responder a diversas deudas y acreedores.
No obstante, la unión familiar parece que 'hace la fuerza' y están saliendo adelante de cada bache que la realidad les pone en su camino. La salud, como dicen, es lo primero, y Ana Obregón puede presumir de que a pesar de todos los contratiempos su carisma ha logrado vencer al dolor.
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