A Alba Carrillo (31 años) nunca se le acaban las 'víctimas' y mucho menos las ganas de hablar. Su exmarido Feliciano López (36) es ya el menor de sus problemas y es que cuando no existen frentes que le ataquen ella se los abre sola gracias a lo que ella califica como "su explosión de emociones".

A la finalista de Supervivientes le han dado el mejor altavoz que le podían otorgar y es que sus 'perlas' en la revista SEMANA no tienen desperdicio. Ya la semana pasada se dirigió 'sutilmente' a Ana Boyer (27) advirtiéndole de que no se case con un tenista y esta vez los dardos van para Lydia Lozano (56).

La modelo comenzaba mostrando sus sensaciones sobre su nueva etapa como integrante del equipo de Sálvame y de los problemas que se ha encontrado en ese paso profesional: "No concibo una cara dentro y otra fuera. Es lo que más me está costando encajar de algunos compañeros". Pero Carrillo tenía una 'bala' guardada especialmente para Lydia.

"Por ejemplo Mila Ximénez (65), es como yo: lo blanco es blanco y lo negro es negro, no se anda con chiquitas y es igual dentro y fuera del plató. ¡Me chifla la gente así!", explica Alba con tono amigable que una línea después se torna en lo opuesto: "Lydia es todo lo contrario. Es capaz de estarte besando en un pasillo y después apuñalarte por detrás cuando menos te lo esperas. Su tipo de carácter me desconcierta". 

Además la modelo se alía a las metáforas para explicar lo que siente cuando se relaciona con Lydia: "No puedo actuar con naturalidad con la gente a la que le presumo la catana debajo del Loewe". Su ácida lengua con la que parece decir las cosas con finura pero acaban siendo una auténtica bomba es lo que ella llama "un plus" en su calidad de personaje.

Ese mismo 'ataque de locura' que identifica en su ser lo ve también a veces en la hija mayor de Las Campos, por lo que asegura que de hacer un reality con su madre -como se rumoreó- ella tiene claro quién sería su modelo a seguir: "Me encanta cuando Terelu cuando se hace 'un carrillo' y pierde la compostura", afirma.

A pesar de que la diana de su discurso estaba esta vez puesta sobre los colaboradores del plató de Sálvame, Alba siempre encuentra el momento en el que dejar un comentario aludiendo a su exmarido. En mitad de su 'carta' y mientras se enorgullece de ese punto 'de intensa' que tiene y de la forma en la que encara todas las cosas decide poner la guinda de su speech con una anécdota de su etapa de casada con el tenista: "Yo siempre le decía a Feli que siempre tenía la misma expresión. Ponía la misma cara si le tocaba la lotería que si se le moría el perro".

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