Después del reportaje sobre la maternidad de la pasada semana que le sirvió para contestar a todos aquellos que le criticaron por decir “tener hijos es perder calidad de vida”, Samanta Villar (42 años) dedicó esta semana su segundo programa de Samanta y... al sexo.
Y así, además de abordar el sexo desde múltiples perspectivas como las parejas abiertas o los prostíbulos de muñecas, la periodista quiso recabar testimonios de su entorno más próximo y de amigos como Jorge Javier Vázquez (47), el actor y cantante Adrián Rodríguez (28) y la sexóloga Daniela Blume (32).
“¿Tú lo has hecho por agradecimiento?”, se lanzó a preguntar Blume. “Me he acostado con mucha gente por educación. Han estado toda la noche calentando y de repente no vas a decir que no. A veces hay que hacer cosas que no te apetezcan”, confesaba el presentador de Sálvame.
Algo con lo que también estaba de acuerdo la propia sexóloga, que admitió haberse acostado con alguien para agradecerle el trato. “Y conmigo lo han hecho por compasión”, continuó bromeando Vázquez.
Menos sincero se mostró cuando Villar le preguntó con qué frecuencia mantiene relaciones sexuales. “Eso a ti no te lo voy a decir”, dijo entre risas. No obstante, comento que “menos de lo que era antes. En vacaciones, más. Trabajando, menos. A partir de los 50, el mejor sexo es la masturbación”.
Villar también habló con sus invitados sobre la hipersexualización actual. "Hay un problema con las redes, con el porno. Para dar la talla hay que hacer lo que se ve en los vídeos", comentó Blume. "Como es más fácil que antes, te conviertes en un gimnasta del sexo. Pero se pierde el encuentro con alguien, la corriente emocional", añadía Vázquez.
"¿Cómo va a ser vuestra vida sexual en el 2030?", preguntó Villar ya que un reciente estudio de la Universidad de Cambridge sostiene que en ese año el sexo entre personas será residual. "Hay una cosa que suena muy tópica: me voy encontrando mejor conforme van pasando los años. Se lo que quiero y lo que no quiero", contestó el presentador.
"Entonces, ¿tu vida sexual será activa?", preguntó Villar. "Mi vida será activa o pasiva. Y a los 60 años me tocará ser versátil", bromeó Vázquez.
Además de estos testimonios, Villar también se encontró en Berlín con Ben y Paul, dos americanos que son pareja y viven en un piso liberado sexualmente. La periodista les entrevistó para conocer su estilo de vida sexual y asistió a una de sus fiestas ‘open minded’.
El reportaje planteó además un tema controvertido: ¿seríamos capaces de ceder parte de nuestra anatomía para que alguien tenga sexo? Es el caso (y necesidad) de Antonio. “El sexo con diversidad funcional se puede decir que es ‘fuera de guión’. Necesito una asistente sexual porque requiero de apoyo para acceder a mi propio cuerpo”.