“Mira, te voy a decir una cosa: ¡Cállate ya! ¡Vete ya y cállate ya! ¡Vete a tu tierra que no te quieren ni allí! ¡Vete y cállate!. Esta cadena va lentamente, pero ha ganado mínimo 4 ó 5 puntos. Tú has perdido 6. ¡Gilipollas!”.Con estas duras palabras se dirigía María Teresa Campos al consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, tras su marcha de Telecinco a Antena 3 allá por el año 2004.
Un momento del que la presentadora se ha arrepentido en alguna ocasión y con el que incluso el propio Vasile ha llegado a bromear (“¿No me irás a llamar gilipollas otra vez?”, le dijo durante la entrega del Premio Iris Toda Una Vida de la Academia de la Televisión). Sin embargo, la malagueña prefiere que no se recuerde.
“Eso no quiero que se diga más”, le pedía este domingo a Risto Mejide durante su visita a Chester para hablar de miedo. “Yo he sido un peligro con la cámara. Y eso es lo que he aprendido con el tiempo. Ahora cuento veinticinco”, comentó Campos, que volvió a catalogar la experiencia de marcharse a Antena 3 como “la peor de mi vida”.
Ahora, sin embargo, su relación con Vasile es sobresaliente. “Tengo que agradecer una cosa que no sería buena persona si no lo hiciera. Aunque a algunos les pueda parecer pelota, al consejero delegado de esta casa: Paolo Vasile. Todos los días ha preguntado por mí. Me parece el mejor empresario de la televisión de este país”.
Por su parte Mejide, que le recordó que ambos compartían el haberse ido a Antena 3 y volver a Mediaset, también quiso rememorar su primera entrevista con Ana Rosa Quintana tras su vuelta a Telecinco en la que se lanzaron algunas pullas.
“Eran unos momentos difíciles de mi vida. Yo le reprochaba que el que de verdad es compañero trata de echarte un capote porque yo nunca he consentido que nadie habla mal de una persona en mi programa teniendo el otro el suyo”, confesó.
La malagueña también quiso aprovechar para mandarle un recado a su compañera. “Ana, te estoy contando los años. Ese día me dijiste que, por supuesto, no ibas a estar el tiempo que yo llevaba en la televisión. Mi programa duró ocho años. Así que yo estoy ahora haciendo la diferencia para ver lo que le queda”.
Mejide también le preguntó por su ictus, el cual achaca a una acumulación de temas. “Cuando te pasa lo que me ha pasado a mi, te pasa por una acumulación de temas, como yo digo de puñaladitas que te van metiendo, unas más pequeñas y otras más grandes”, comentaba. “¿Y por qué no lo cuentas?”, le preguntaba Risto. “Eso no lo puedo decir. No me pueden afectar cosas que no tienen tanta importancia”.
En este sentido, la presentadora confesó que “me callo muchas cosas por la repercusión, que vaya contra mí. Yo he sido una persona que decía que uno de los lujos es decir lo que te apetece en el momento que sea. Luego con el tiempo me di cuenta que en el trabajo va en contra tuya y puedes crearte enemigos”.
“Me arrepentí de no haber dicho en el momento oportuno algunos nombres que me callé. Si los hubiera dicho, a lo mejor las cosas serían diferentes”, dijo.
De lo que tampoco quiso hablar fue el suicidio de su exmarido y padre de sus dos hijas. “Esa idea fue una constante desde que yo me casé. No puedo decir nada. Hay una persona en la familia que me ha querido mucho y sé que no le gusta que hable de ese tema. Y por respeto a él, siempre me he callado”.
Antes de terminar, Campos quiso recordarle a Risto su entrevista con Bigote Arrocet antes del verano en la que le preguntó cómo era tener sexo a su edad. “Te dijo que con dificultad. Y la dificultad es siempre vuestra”, bromeó la presentadora. “¿Y qué tal?”, preguntó Mejide. “Bien, normal”.