Mediaset lleva días anunciando a bombo y platillo Perfectos desconocidos, la nueva película de Álex de la Iglesia en la que participa Telecinco Cinema. En anuncios, en sus programas, con imágenes en una esquinita de la pantalla. Y este miércoles noche tocó que cuatro de sus protagonistas, Dafne Fernández, Juana Acosta, Pepón Nieto y Ernesto Alterio, fuesen a comer a casa de Bertín Osborne en ‘Mi casa es la tuya’ para seguir dando cabida a la promoción.
El de anoche fue un programa anodino, con un excesivo guión que intentaba recrear la historia del filme, con todos poniendo el teléfono encima de la mesa y teniendo que leer todos los mensajes en voz alta o respondiendo a las llamadas en manos libre.
Todo se veía con un guión artificial, encorsetado, con cero espontaneidad y llamadas más mensajes más que preparados. Paz Padilla mandando notas de audio a Bertín con chistes de pedos. Trini, la representante de Dafne, llamándola para que tenga "cuidadín con Bertín, que se engancha a las botellas de vino y acabáis bailando sevillanas". Malena Alterio llamando a su hermano para recordarle una cita para una limpieza de cara. Terelu llamando en plena noche a Bertín para hablar sobre su presunto affaire porque “se ha liado parda porque todo el mundo cree que he tenido algo contigo”. Juana Acosta recibiendo el audio del vestuarista de la película preguntando si llevaba bragas, porque su personaje en la película no. Belén Rueda haciendo una videollamada en la que se veía su imagen no desde el móvil sino grabada por una cámara… Un teatrillo sin gracia, en el que todo el que llamaba se hacía el sorprendido al saber que aquello lo estaba escuchando más gente, y que cantaba de lejos que estaba metido con calzador para intentar recrear el universo de la película.
Y es que esa artificialidad chirriba, y mucho. Tanto como cuando jugaron, copa de vino en mano, al "yo nunca he” casi con el fin de hablar de tramas del largometraje, como tener celos de los suegros o el ligar por internet, algo que Fabiola confesó haber hecho en el pasado, y que incluso tuvo "un amor cibernético gallego".
A diferencia de otras entregas, el programa no ha dejado grandes titulares, ni entrevistas en profundidad. Lo más parecido fue la intervención al inicio del programa de Pepón Nieto, y que lo más jugoso que contó ya lo sabíamos por las promociones: que su padre le dijo que cómo iba a ser actor "con lo feo y lo gordo que eres".
Si acaso, lo más destacable fueron las conversaciones sobre si uno debe o no controlar el teléfono de su pareja. Sin pelos en la lengua, Dafne Fernández contó que tiene "todas las contraseñas de mi marido. Pero no me interesa" y que era algo que la pareja hacía "como acto de transparencia”. Aunque sí confesó que "alguna vez una chica le ha mandado un mensaje, le ha puesto un corazoncito y le he preguntado ¿este corazoncito qué?".
Por su parte, Bertín opinaba todo lo contrario. "Es mejor sin verlo, no hay ninguna necesidad", explicaba el presentador, y añadía que no tiene "las claves de Fabiola ni las quiero. Somos gente sensata". Además, le dijo a Dafne que, desde su experiencia, tiene que dejar a su marido “que tenga su vida y no te metas en ella, porque si no vas a durar dos minutos, si no le dejas su libertad, su espacio. Su vida comprende lo que él quiera, si le pones tú los límites olvídate”. Por su parte, Pepón confiesa que no suele leer el móvil de su pareja, pero sí que “se le van los ojillos", y Juana Acosta afirmó que no está “a favor de estar registrando el móvil de tu pareja. Ni tengo las claves ni las quiero tener”.
Otro momento destacable fue cuando hablaron sobre las redes sociales, y Dafne Fernández explicó que debido a una sobreexposición de dónde vivía un fan "loco" llegó a dejarle "regalitos" en el felpudo de casa, algo que llegó a asustarla.
Ya casi al final del programa Arévalo se incorporaría a la cena y juntos se hicieron una fotografía, y Fabiola preguntó si esa instantánea si podía subirla. Entonces ‘Mi casa es la tuya’ se dividó en dos: por una, Bertín hablaba con Arévalo. Por otra, Fabiola seguía tomando vino con aquellos perfectos desconocidos.
Pepón, todo un Masterchef
En la entrega, el encargado de cocinar fue Pepón Nieto, a quien hemos visto entre fogones en la última temporada de ‘Masterchef Celebrity’. El actor marbellí explicó que le viene de familia, que sus padres tenían restaurantes en San Pedro Alcántara (una localidad de Marbella) y que en su juventud incluso atendió y sirvió a Bertín Osborne.
Y como en cualquier programa de ‘MC’, no faltó quien se hiciese un tajo con los cuchillos. “Me he cortado un cachito de dedo solo”, afirmaba Dafne mientras la sangre le resbalaba por la mano. Y Bertín, también herido, fue a echar mano a un botiquín en el que no había tiritas, pero sí otros elementos como una brújula o un silbato.
En otro momento gastronómico, Bertín contó que estaba comiendo “un fuet catalán buenísimo, como todo lo catalán, que yo los quiero mucho”. Un mensajito a su manera sobre la situación actual de Cataluña, de la que solo le faltó decir que estaba llena de gente maravillosa.
Dafne quería ir a ‘Menudas Estrellas’
En un momento de nostalgia, Dafne Fernández reconoció a Bertín que cuando era “una niña de Carabanchel” era una fiel espectadora del programa ‘Menudas estrellas’ que presentaba Osborne en Antena 3, y en el que niños imitaban, cantando con su propia voz, a artistas consagrados. Un espacio que Pepón defininó como que “te metías dentro del humo y salías como María del Monte”. Dafne confesó que en su infancia quería haber imitado a Rosario Flores en el concurso, o a Las Grecas junto a su hermana Rebeca, pero que nunca llegó a suceder.
Recordando la niña que fue, Dafne le pidió a Bertín que cantase aquello de “dentro de ti hay una estrella, si lo deseas brillará”, algo que el cantante casi ni recordaba. Tanto, que incluso cambió alguna palabra de la cancioncilla. Siguiendo con la nostalgia, Pepón invitó a Dafne que cantase como Rosario, algo que ella declinó de un manera sencilla: un tajante no. Más tarde reconocería que es algo que le da vergüenza fuera de los escenarios.
Bertín, actor de culebrones
En el programa, Bertín también recordó una etapa en la que trabajó como actor en un culebrón mejicano. “Me han pasado cosas en México que no me han pasado en ningún otro lado. Yo hice uno que fue el más conocido, ‘Amor de nadie’, que estuve tres meses allí y le dije al director “mátame ya”. Y al final me mató, me tiró por un barranco por el coche”, recordaba sobre este proyecto Bertín, en la cual daba vida al personaje de Óscar Navarro. "¿Recuerdas la foto de Franco entubado? Más tubos tenía yo”, explicaba sobre la muerte de su personaje. De hecho, contó que dado que “la gente se lo cree todo” cuando regresó a México la gente le paraba por la calle con alegría para decirle que en realidad seguía vivo.