En una investigación realizada en mayo de 2017 sobre el perfil de Isabel Pantoja (61 años), el 77% de los consultados 'suspendía' a la tonadillera en valoración general. Su imagen no es la que era. Algo ha pasado con Isabel. Pero, ¿qué ha ocurrido?
Es una de las grandes folclóricas de este país, pero ahora su trayectoria parece que lleva otro ritmo. Mientras que las galas de Navidad de los grandes canales de televisión ya están grabadas y se están anunciando, Isabel se subirá al escenario del canal TEN, que comenzó su emisión en 2016. Un canal que está naciendo. Sí, algo ha cambiado en Pantoja.
JALEOS se ha puesto en contacto con la agencia Personality Media para ahondar más en la imagen de la artista. Haciendo una comparativa entre 2011 y 2017 -teniendo en cuenta que en 2014 entró en prisión-, los datos que arroja este medio son esclarecedores: sus mejores puntuaciones son en 2011 y justo cuando en 2014 salta la noticia de su ingreso, se desploman: "Isabel Pantoja registra su peor dato de valoración general en noviembre 2014 con un 2,6, teniendo un 79% de consumidores que le suspenden (puntuaciones de 1 a 4) y solamente un 6% que le da puntuaciones por encima del 7".
Según las personas encuestadas, entonces la tonadillera no transmitía confianza ni se la consideraba un modelo a seguir cuando quedó privada de libertad por el Caso Malaya. Supuso el principio de su fin. "En noviembre 2014 un 88,5 de personas la suspenden y solo un 3% la apoya con notables y sobresalientes".
Tras la cárcel, ¿una esperanza?
"¡Isabel, Isabel, Isabel!", coreaba la enfervorecida legión de fans de Isabel Pantoja en noviembre de 2016 en el teatro de Aranjuez. Era su gran regreso, ese que tanto mimó y cuidó junto al malogrado Juan Gabriel, después de dos años complicados en los que estuvo privada de libertad.
Ella, a golpe de bata de cola, creía en una vuelta meteórica a los escenarios. Estaba convencida de que ese parón sería un revulsivo importante en su carrera, que los productores se la rifarían, que los escenarios colgarían el aforo completo. La realidad no fue tan idílica.
Hasta que se apague el sol era el nombre escogido para su regreso, puede que como una suerte de talismán. Ese día en Aranjuez la acompañaba la flor y nata de la sociedad, su familia casi al pleno y su gran amigo, el ventrílocuo José Luis Moreno (70). Con él hizo gloriosas galas en TVE y en las privadas; con él quería volver a brillar tanto como aquél espléndido año 2011.
Ese año hizo de todo; recibió a su hijo Kiko Rivera (33) en el plató de Supervivientes -blindando su contrato con Mediaset-, encabezó una impresionante gala en Telecinco en la que llegó a cantar con su por entonces amiguísimo Miguel Poveda (44) y terminó el año dando las campanadas con Jorge Javier (47). De aquel esplendor, poco queda. Casi nada. 2012 y 2013 fueron años de subidas y bajabas, de conciertos por aquí y asuntos familiares por allá.
Sin embargo, 2014 venía cargado de la peor de las debacles: su entrada en prisión. Enfadada con Telecinco, sin gran presencia en las galas navideñas -su amigo José Luis Moreno ya no pilota las galas de TVE y Telecinco con la misma asiduidad de antaño- y soportando el estigma de haber entrado en prisión, la imagen de Pantoja cayó en picado. Ni las ganas de cantar reflotaron la marca Pantoja. Pese a la magnitud de su disco y la gran apuesta que supuso, el resultado no fue bueno. Pocos conciertos y discretas ventas. El sol se apagó para Isabel.
Tras su salida de prisión, la cosa no mejora. La cantante solo es apoyada férreramente por su legión de fans, esos que no la dejan ni a sol ni a sombra. El problema es que en la vida de un artista hay cosas tan o más importantes que el club de fans. ¿Levantará el vuelo Isabel Pantoja en 2018?
[Más información: Isabel Pantoja, la narradora más intensa para su biopic 'Así fue]