Que Amaia Romero (19 años) ha revolucionado no solo esta edición de Operación Triunfo sino a todo un país es un hecho. Sin embargo, cuando se habla de su éxito siempre se hace de la misma manera. El 'fenómeno Amaia' se analiza siempre basándose en su carácter, su carisma, en ella. Pero a pesar de que es innegable que la joven tiene un 'algo' muy especial, la psicóloga María Palacín, que trabajó dentro de la Academia en la primera edición del concurso, sostiene otra teoría que explica de forma muy clara por qué la navarra ha calado tanto en el gran público.
"Pienso que había un anhelo por parte de la sociedad de algo que revolucionara y que pudiera hacer vivir de nuevo lo que pasó en la primera edición. Yo eso lo equiparo a la necesidad de un líder, muchas veces no es necesario que un líder haga de líder o que tenga las características idílicas de un líder, sino que es más que se asemeje a lo que los otros necesitan" y esa figura es la que simboliza 'Amaia de España'.
La joven de Pamplona ha conseguido que cada lunes por la noche el país tenga un mismo sentimiento: "Es el poder de la identificación. Una ilusión colectiva al ver a unos chicos que 'no son nadie' cómo tienen la oportunidad de ser exitosos y famosos, y esto hace que la persona que lo vea se identifique. Así el público se crece y hace que personas anónimas puedan sentir que ellos también pueden ser Amaia. Y esto no estaba pasando desde hace 16 años", explica Palacín.
La concursante más carismática de esta edición ha logrado meterse en el bolsillo a los espectadores, no solo por su talento vocal sino por el carácter que acompaña a ese don. Es natural, sencilla y sin trampas, algo que la gente requería en televisión: "Es lo que percibo que la sociedad pedía y Amaia se lo ha dado".
La psicóloga de OT1 ha dado con la clave del éxito aplastante de Amaia: "La gente necesita la inocencia de alguien, el talento y la humildad, y ver cómo esta naturalidad desarrolla ese talento en este difícil momento político, social y económico es algo diferente, un aire fresco. Porque la gente actualmente lo que hace es constantemente alardear, y ella no lo hace. La gente necesita menos alardeos y más verdad".
La joven no es consciente de la revolución que ha creado y es precisamente esa ignorancia naíf la que exigía a gritos este momento social: "Amaia ha conseguido darle la vuelta a lo que vemos en la sociedad hoy en día y darle lo que realmente pide y necesita. Hay mucha gente que no sabe nada y se hincha, y ella sabe y no se hincha. Son los demás los que le dan el volumen y han creado el fenómeno".
Amaia ha sabido llegar en el instante idóneo para satisfacer la falta de un líder auténtico que la gente quería como ejemplo a aplaudir. Y es que, según indica María Palacín, lejos de ser mera casualidad el hecho de idealizar a la navarra, la conducta del público es fácilmente explicable: "La sociedad en el fondo tiene cierto espíritu intuitivo de saber qué es lo que necesita, y ahora lo que necesita es verdad y naturalidad, y necesita de alguien que realmente esté respondiendo a una realidad más social, y ella está dando esa respuesta".