Leyendas urbanas sobre Miguel Bosé (61 años), sobre todo las que tienen que ver son sus amores, hay muchas. Una de ellas es la que habla que durante años mantuvo una relación con el bailarín Nacho Duato (53). Ambos eran guapos y famosos y, su gran amistad que comenzó en 1979 cuando el segundo participó en la gira de Super-Superman, levantó todo tipo de suspicacias.
Sobre ello hablará este domingo en Chester con Risto Mejide. "Desde el primer momento que nos vimos, nos gustamos como personas y nos gustamos físicamente. Nos juntamos como uña y carne. Es uno de mis mejores amigos, es una persona con un corazón que no le cabe dentro, un gran artista. Estuvimos juntos en Nueva York viviendo. Lo hemos pasado muy bien. Hace mucho que no le veo, pero la amistad no necesita frecuencia. El amor sí".
Centrado actualmente en ser coreógrafo y director artístico, Duato contará que no tuvo nada fácil llegar donde llegó, más teniendo en cuenta que su padre fue contra sus propios intereses. "Donde he llegado, me lo he currado yo solo. Mis padres no me dejaban bailar. A los 17 años tuve que irme a Londres. Y decirles que iba a aprender inglés. Me daba miedo decirle a mi padre que iba a estudiar ballet, con todo ese prejuicio de que el ballet es para las chicas o que todos los que bailan son maricas… Nunca tuve la ocasión de poder hablar bien de estas cosas con mi padre", confiesa.
Y aunque sí cree que la belleza le ayudó en su carrera, también es consciente que esta tiene sus luces y sombras. "En el escenario es mejor ser atractivo, pero hay quien pensaba de mí que, como era guapo, no tenía dos dedos de frente (…) Recuerdo a una presentadora de televisión muy famosa, de los años 80. Yo estaba en la discoteca Morocco en Madrid y la oí decir, 'Nacho Duato no debe de ser muy interesante, es demasiado mono'. He tenido amigos muy guapos, modelos de Valentino, de Armani y tal… Al cabo de un tiempo, me parecían hasta simples. La belleza tiene que tener otro lado. La gente solo ve el lado externo y eso a veces ha ido en contra de mis intereses".
Y es que, frente al tópico de que el guapo está siempre rodeado de gente, Duato va contracorriente. "Soy una persona bastante solitaria, desde muy pequeño. Puedo estar tres o cuatro días solo en casa y me olvido de hablar. He aprendido a pasar las horas conmigo mismo: leo, pinto, preparo mis ballets o miro a las musarañas, no tienes por qué estar siempre haciendo algo productivo".
Director artístico de la Compañía Nacional de Danza desde 1990 hasta julio de 2010, respecto a la posibilidad de volver a trabajar con políticos, Duato se muestra claro. "He llevado el nombre de España por todo el mundo con mucho orgullo, pero jamás volveré a trabajar con los políticos".
Y eso que tiene claro su posicionamiento político. "Cuando oigo hablar a Pablo Iglesias o a Errejón siento que dicen cosas que podría decir yo. Cuando habla Rajoy dice cosas que yo nunca podría decir en mi vida. Con Albert Rivera no me siento para nada afín ni a su forma de pensar ni de hablar", confiesa el bailarín que tiene claro donde se encuentra parte de la solución a muchos de nuestros problemas: "Hay que follar un poco más. Expresas mucho mejor en todos los otros terrenos".