Toca felicitar a Kiko Rivera. El primogénito de Isabel Pantoja (61) cumple este viernes 34 años y lo hace en un momento de los más idílico para él. Hace solo diez días daba la bienvenida al mundo a su segunda hija con Irene Rosales (28), Carlota, y esa especial cita dejó muchas anécdotas y sorprendentes imágenes que no se escaparon a los ojos de los curiosos y los medios congregados en el hospital.

No pasó inadvertido el impactante cambio físico que mostró el DJ al presentarse ante la prensa junto a su mujer y su recién nacida. Kiko lucía una figura radicalmente más esbelta que hace unos meses, una forma física que se evidenciaba a pesar de que escogió un jersey blanco y unos pantalones holgados para la ocasión, un conjunto que suele dar el efecto contrario. Su cada vez más afinado rostro tampoco podía ocultar su reducción de peso. Y es que la banda gástrica que se puso a finales de julio le ha ayudado a perder ya más de 20 kilos.

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En ese mismo rostro mostraba una inmensa sonrisa, porque motivos no le faltan para tenerla. Su salud ha mejorado gracias a la pérdida de peso, y además la ropa luce mejor en él desde que muestra su nuevo tipín, algo que, según dice el propio Kiko, le importa mucho más que lo saludable o no que pueda estar. Pero su felicidad no solo tiene que ver con su cuerpo, sino también con su estabilidad personal y familiar.

Rivera es el único del clan Pantoja que no tiene -al menos en la actualidad- ningún frente abierto ni polémica que le salpique de manera directa. Su núcleo sentimental formado por su esposa Irene, su primogénita Ana y su pequeña Carlota son su mayor éxito en la vida y ahora mismo presume de la calma y la estabilidad junto a ellas. Pero no ocurre lo mismo con su madre y con su hermana Chabelita (22), que están en el foco de la polémica desde que empezó el año.

Mientras Kiko no para de sacar singles, nuevos remix y se reinventa en su labor de DJ, la vida profesional de Isabel Pantoja se estanca. Este mismo jueves la tonadillera cancelaba su inicio de gira en Latinoamérica por motivos aún desconocidos. Un nuevo disgusto que se suma a una etapa vital que la cantante desearía borrar de su vida. Con la alargada sombra de quienes la critican y le echan en cara que ya no es la gran estrella de antaño, Isabel hace frente a su día a día en el que no solo ve como pierde fuelle su poder artístico sino que tiene que ver cómo su hija hace caja gracias a sacar los trapos sucios del clan y, lo que a ella más le duele, de su madre Doña Ana.

Kiko Rivera, muy cariñoso con su madre.

Kiko es en estos momentos el 'caballito blanco' de la familia, el que se libra de todo mal en lo que ha terreno mediático se refiere. Las fotos que cuelga en sus redes siguen esa línea de calma que es ahora su vida; por lo que muestra fotografías sin parar de sonreír, posando con su hija, su mujer o su madre así como las portadas de sus nuevos trabajos como DJ. Fotografías idílicas que demuestran su actual 'vida perfecta' con la que celebrará con más motivos que nunca su 34 cumpleaños.

[Más información: El irreconocible Kiko Rivera: el antes y el después de su balón gástrico]

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