La noticia saltaba el pasado lunes: la revista Corazón afirmaba que Miguel Ángel Muñoz (34 años) y Mónica Cruz (40) se habían dado una segunda oportunidad como pareja quince años después de haber roto su relación. Según esta publicación, la supuesta pareja llevaba saliendo desde hace seis meses e incluso el actor había pasado la Nochevieja con la familia de ella.
Sin embargo, sólo pocas horas después, la propia Mónica Cruz salía al paso de esta noticia negando la mayor: "Me llevo riendo tres días, pero creo que la gracia se está perdiendo porque no es verdad. La primera alucinada soy yo. Nunca me meto en estas cosas, pero cuando veo que es un no parar, tengo que contarlo porque no es verdad. Es mi amigo y siempre ha estado en cosas familiares y va a seguir estando".
Con la misma actitud se lo ha tomado Miguel Ángel Muñoz, quien durante la presentación en Bilbao de su nueva serie en Antena 3, Presunto Culpable, no tuvo inconveniente en contestar a los periodistas sobre este asunto, a pesar de que siempre se ha mostrado muy receloso de su vida privada.
"Poco puedo decir que no sepáis. Ya ha habido unas declaraciones. Así que no tengo que decir nada. En cualquier caso ya me conocéis, no suelo hablar de mis temas personales, ni confirmo ni desmiento. Intento tomarme las noticias que sale sobre mi vida privada con el máximo humor posible", comenta el actor.
"Me ha sorprendido una vez más la falta de rigor para publicar una portada y que tantos medios se hagan eco de algo que no tiene ni pies ni cabeza. Somos íntimos amigos y lo seguiremos siendo", añade el madrileño.
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Prohibido besar en la calle
Muñoz, que próximamente también estrenará Proyecto tiempo, de Isabel Coixet (57), nunca suele hablar sobre sus relaciones sentimentales. De hecho, durante una entrevista con Risto Mejide (43) en Chester in Love hace ahora un año, el joven reconocía que intentaba "ser siempre tan discreto hasta el punto de que no actúo con normalidad".
"Si a mí me gusta alguien y pasan dos meses, a lo mejor me apetece darle un beso en la calle o abrazarla... Y no lo hago, lo hago en la intimidad. Me cuesta un montón", explicaba.
"Te hacen una foto, te preguntan, parece que algo se hace oficial cuando no lo es y la relación con la persona te cambia. En la pareja hay un momento en el que uno de los dos pregunta: ¿Qué somos? ¿Dónde estamos? Si apareces en una foto y todo el mundo da por hecho una realidad que no lo es, a lo mejor la pregunta viene antes de tiempo y es un fastidio", añadía.