Después de que ingresara en el hospital el pasado sábado a cuenta de unos fuertes dolores estomacales, Teresa Campos (76 años) continúa en el centro pese a que las esperanzas estaban puestas en que este lunes se le diera el alta. Sin embargo, no ha podido ser. Tras pasar una "noche regular", como ha asegurado su yerno José Carlos Bernal, la malagueña deberá permanecer en el centro para que se le practiquen nuevas pruebas y le realicen un TAC.
Pese a que su estado no reviste gravedad, en el entorno familiar existe preocupación. Así lo ha manifestado su hija Terelu Campos (52) a las puertas del hospital: "Yo estoy muy preocupada porque ella se pone muy nerviosa y tampoco sé si eso es bueno". En su cara se aprecia la angustia. De hecho, este lunes la hermana mayor de las Campos ha abandonado Sálvame para dirigirse al hospital al enterarse de la repetición de pruebas médicas.
Todos sus seres queridos están arropando a la presentadora, como su 'segunda hija', Rocío Carrasco (40), quien se ha desplazado al centro médico con su habitual hermetismo, tal y como ya hiciera en mayo del pasado año al sufrir Teresa su infausto ictus isquémico.
"He pasado un mal ratillo"
"He pasado un mal ratillo esta mañana, pero ya lo veía venir desde hace bastante, cuando hizo un año que me quitaron la vesícula empecé a tener alguna molestia", aseguraba la Campos este sábado en conexión telefónica en el Deluxe. Se la escuchaba debilitada, pero con ganas de luchar. Alrededor de las cinco de la mañana de ese día la presentadora sintió unos incesantes dolores en el estómago que preocuparon a su entorno, quien la trasladaba sin demora al hospital La Luz. Su pareja Edmundo Arrocet (68) y su chófer de confianza, Gustavo, sabían de la importancia de no tardar. Nada más llegar, los médicos ingresaron a Teresa, aunque según explicó ella se trató de una mera prevención, pues en las pruebas no se encontró "nada raro". "Aunque esta mañana me ha dado ese cólico y tenía un dolor inaguantable, me alegro porque era algo que tenía que solucionar. Me levantaba todas las mañanas con dolor ahí", zanjó la malagueña en el citado programa de Telecinco. Pero, ¿cuál es la última hora acerca de su salud? JALEOS se ha puesto en contacto con su hija Carmen Borrego (51).
Si bien se aseguró en algunos medios que María Teresa recibiría el alta hospitalaria este lunes, lo cierto es que su hija menor puntualiza a este medio que lo más importante en este momento son los resultado de unas pruebas decisivas: "Esta mañana le han realizado algunas pruebas médicas y estamos pendientes de los resultados. Hasta que estos no lleguen, no podemos decir nada". A la luz de estas palabras, todo parece indicar que la salida de Teresa del centro médico no será tan pronta como se esperaba. De esos veredictos depende todo.
Están siendo unas horas complicadas para la que fuera presentadora de Qué tiempo tan feliz, quien no deja de sentir una punzante angustia. Los malos recuerdos la asaltan. Aunque el parte médico desvelaba una evolución muy positiva -a la espera de las citadas pruebas-, después de haber sufrido el pasado 16 de mayo una isquemia cerebral los hospitales e ingresos producen una suerte de inquietud en Teresa. Afortunadamente, Campos ya ha podido comer sólido y ha vuelto a practicar su dieta alimenticia diaria.
Ahora sí: Edmundo, su gran apoyo
Ha sido un susto de órdago teniendo en cuenta que Teresa Campos está ojo avizor a cualquier cambio en su salud. Sin embargo, hay una diferencia sustancial entre aquel ictus isquémico que la sacudió en mayo del año pasado y este susto estomacal: la presencia de su pareja, Bigote Arrocet. Si por entonces el humorista no se enteró de la enfermedad mientras concursaba en Supervivientes, ahora se encuentra apoyando a María Teresa y arropándola en estos delicados momentos. Puede que el sentido del humor de cómico sea el mejor paliativo para que la Campos vuelva a su casa de Molino de la Hoz cuanto antes. ¡Ánimo, Teresa!
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