Irene Montero (30 años) avanza con fuerza en su carrera política dentro de Podemos. Se convirtió en la portavoz más joven de la democracia en el Congreso de los Diputados y es miembro de la dirección del partido desde 2014. La política toma poder en la Cámara y también en el corazón de Pablo Iglesias (39), una relación sentimental que está más afianzada que nunca después de anunciar que serán padres de mellizos el próximo otoño.
La idea de que ella se convierta en líder del partido ronda la cabeza de muchos -y a otros tantos les gustaría- por lo que los roles tradicionales de la familia podrían cambiar. Ella, al mando del partido y él cuidando de sus hijos. Este paso sería un golpe de efecto en la política y les consolidaría como la imagen moderna del cambio.
Si todo marcha según el calendario electoral, las próximas elecciones generales tendrán lugar en junio de 2020, cuando se ponga fin a la actual legislatura del Partido Popular. Irene, candidata a diputada con el partido morado, se encontraría en plena campaña electoral con dos niños pequeños.
La joven, que prospera dentro de Podemos, se postula como el próximo relevo de Pablo Iglesias al mando del partido. Si los rumores se convierten en reales la pareja tendrá que conciliar juntos el cuidado de los niños en un momento en el que, que un hombre político se coja permisos para cuidar de sus hijos sigue siendo una excepción.
Irene Montero fue la primera mujer en la historia en intervenir en el Parlamento en una moción de censura colocándose así en parte del núcleo duro del partido. En un momento en el que el cambio está del lado de la mujer, ella tendrá tendrá que conciliar su embarazo -y futura maternidad- con el mundo de la política. "Éste es también un camino para recorrer juntas, nosotras", escribía ella misma en el comunicado.
Tras los pasos de la vicepresidenta
La historia de la política española ha dejado situaciones algo parecidas en los últimos años. Soraya Sáenz de Santamaría (46) dio a luz en 2011, en plena campaña electoral, a su único hijo. Diez días tardó en reincorporarse a sus labores dentro del partido, elección que fue criticada por unos y alabada por otros. La decisión fue bien aceptada dentro del Partido Popular y un mes después fue nombrada vicepresidenta del Gobierno.
Igual que Irene Montero, la vicepresidenta es una de las mujeres más fuertes en su partido, un puesto que le ha llevado a tomar decisiones como la que tomó con respecto a su maternidad. Dos mujeres muy distintas, pisando sobre un mismo suelo: trabajadoras y madres a la vez, pero con ideas que quizás varíen en sus últimos movimientos.
Otra política, Susana Díaz (43) no renunció a su baja por maternidad en 2015 pero sí cedió el resto del permiso a su marido.
¿Nuevo bebé 'sentado' en el Congreso?
La actual legislatura comenzó con un bebé como protagonista, el bebé de seis meses de Carolina Bescansa. Y podría acabar con otros dos pequeños, que en 2020 tendrán algo más de año y medio, en el hemiciclo. La Cámara Baja vio cómo la política amamantó a su bebé durante la sesión constituyente de las Cortes. En la misma sesión Bescansa fue capaz de dar el pecho a su pequeño y votar en la sesión de aquel miércoles.
"Hay que favorecer que estas tareas dejen de ser un asunto privado que las mujeres tienen que resolver por su cuenta en la invisibilidad", declaró en un gesto premeditado para -como dijeron- mostrar la dificultad de conciliación familiar y laboral por parte de las mujeres. Irene apoyó a su compañera de partido en su polémica decisión y quién sabe si podría actuar de igual forma como manera de protesta.
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