Las redes sociales se han revolucionado este fin de semana después de conocer que Pablo Iglesias (39 años) e Irene Montero (30) esperan mellizos. En twitter ya se hacen cábalas sobre los nombres que deberían ponerles a sus futuros hijos, pero nadie se atreve aún a hacer apuestas sobre si se parecerán al padre o a la madre.
JALEOS ha encontrado las fotografías más buscadas estos días tras el anuncio del embarazo: las de Pablo e Irene en su edad infantil. La portavoz de Podemos comparte a menudo con sus seguidores sus fotos antiguas, siempre para recordar un momento especial o un familiar que le marcó en su vida. Sin embargo Iglesias solo dio a conocer una imagen suya de pequeño por un tuit en el que bromeó con que siendo menor aún no tenía coleta.
En caso de que se parecieran a Irene, su rostro será el de unos niños dulces y responsables como el que ponía la jovencísima Irene cuando tenía una cámara delante. No obstante, en ese gesto facial no podía ocultar su rebeldía y la existencia de alguna travesura que no quería contar. Ya desde pequeña la política sabía diferenciar entre la seriedad y la diversión. Siempre fue muy aplicada y le encantaba leer, pero también sacaba su vena pícara en sus ratos de ocio.
Montero ha compartido imágenes caseras en las que aparece en su habitación o en compañía de sus primos o incluso en sus vacaciones de verano. Siempre con una sonrisa y los ojos bien abiertos, para no perder de vista nada de lo que pasara a su alrededor. Pablo, en cambio, la única foto que ha enseñado de su niñez es de lo más relajada.
Echándose las manos a la cabeza. Así se muestra el pequeño Pablo en la única imagen que ha trascendido del líder de Podemos en su niñez. Ese gesto que tantas veces le vemos hacer en la actualidad en el Congreso al oír al Gobierno, ya era habitual en él cuando apenas medía medio metro. Con estilo sport y en mitad de una plaza -como la de Sol que le dio a conocer por el 15M-, el jovencísimo Iglesias tenía cara de estar tramando algo.
Puede que los mellizos que están en camino se parezcan a uno o a otro, a uno cada o uno, o ambos sean mezcla de los dos. Lejos de adivinar qué aspecto físico tomarán, lo que seguro no faltará en ese hogar serán temas de conversación políticos, filosóficos y sociales. El futuro de Podemos ya tiene herederos.
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