Eugenia Martínez de Irujo (49 años) está indignada, lo que había comenzado como un bonito homenaje se ha convertido en un disgusto. La hija de la duquesa de Alba ha visto cómo la escultura en homenaje a su madre -que estos días se encuentra en la calle bajo la organización de Meninas Madrid Gallery- ha amanecido pintarrajeada tan solo días después de su colocación en el número 74 de la calle Goya, junto al edificio de El Corte Inglés. Un acto que ha empañado la memoria de la aristócrata. En concreto, el monumento ha sido 'violado' con cinco llamativas firmas con lacas permanentes.
Esta escultura centrada en la memoria de Cayetana Fitz-James Stuart forma parte de una exposición urbana con la que Eugenia no dudó en participar y cuya idea es ir trasladando las obras artísticas por los diferentes lugares míticos de la capital hasta el próximo 15 de julio, tal como asegura Informalia. Se trata de una idea que la de Montoro venía estudiando bastante tiempo y cuyo objetivo no era otro que rendir tributo a las dos mujeres más importantes que habitaron la casa de Alba y su corazón. Por un lado, se ha expuesto la recreación del retrato que Francisco de Goya tomó a María Teresa de Silva Álvarez de Toledo, quien fue la XIII duquesa de Alba.
Por el otro lado, su madre, la genuina Cayetana. Fabricada en fibra de vidrio de 1,80 metros de alto y con un peso de aproximadamente 30 kilos, la 'menina' de Eugenia se ha aderezado con la compañía de un perro, asemejando al lienzo que rubricó Goya en 1795 y que decora ahora el Palacio de Liria.
A modo de guiño, la duquesa de Montoro quiso pintar el pelo de la escultura de un color anaranjado, como el que lució durante tantos años su madre. Además, la hermana de Cayetano Martínez de Irujo (55) dibujó un colgante en el que se lee Amitiéamistad en francés, que es como se llama la colección de joyas que ha diseñado para Tous. Ante tanta dedicación, no es de extrañar que la novia de Narcís Rebollo esté profundamente indignada y dolida ante este acto vandálico que ha hecho añicos meses de trabajo. Su enfado se lo ha hecho constar a la organización de Meninas Madrid Gallery, quien está buscando la vía de cómo enmendar semejante barbarie.
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