Los días 20 de julio de 2017 y 24 de marzo de 2018 quedarán por siempre en el recuerdo de Belén Esteban (44) y Terelu Campos (52). Sus hijas Andrea Janeiro (18) y Alejandra Rubio (18) cumplían la mayoría de edad y se desataba la locura por parte de los medios y el público por conocer el rostro de ambas jóvenes. También querían hacerse eco de sus gustos, sus inquietudes, su personalidad o su forma de hablar, pero en su libertad individual como mujeres adultas una de ellas optó por mostrarse al mundo y la otra, no.
A continuación analizamos la manera tan diferente en la que las jóvenes, que además son amigas, han actuado al cumplir la ansiada cifra de los 18 años:
Anuncio de la mayoría de edad: portada vs miedo
Al comienzo del verano pasado a Belén Esteban se le apreciaba una preocupación constante en su rostro cuando acudía a Sálvame. La fecha de cumpleaños de su hija Andrea se acercaba sigilosamente y ella temía el día en el que los flashes de los fotógrafos de la prensa agobiaran sin cesar a la joven. Cada vez que a la de Paracuellos se le preguntaba en directo por su estado de ánimo aseguraba estar nerviosa y tener miedo por su hija. Pedía constantemente respeto y apelaba al hecho de que aún era "solo una niña".
Pero la reacción de Terelu ante la proximidad de la mayoría de edad de su hija fue muy distinta. En las tardes de Telecinco mencionó su preocupación pero insistía en la madurez de su hija para afrontar la situación. Tanto lo creía así que diez días antes de su cumpleaños ambas protagonizaron la portada de la revista ¡HOLA!.
El fiestón mediático: sonrisas vs llanto
Dos de las discotecas más famosas de la capital fueron los escenarios elegidos por las cumpleañeras para su celebración de los 18. Ambos lugares se plagaron de prensa, de decenas de fotógrafos, periodistas y curiosos que no quisieron perderse la cita vip.
Kapital acogió la fiesta de Andrea y a su llegada a la puerta del local apenas podía dar un paso sin chocarse con una nube de flashes. Pero la joven permanecía al lado de su madre, apartándose el pelo de la cara y caminando hacia adelante con una leve sonrisa, incluso respondió un "sí" cuando los medios le preguntaron si estaba feliz.
La presencia de Alejandra en su posado ante las cámaras no fue tan alegre. La hija de Terelu llegó a Gabana con el rostro serio y los ojos vidriosos como a punto del llanto, un semblante que no disimuló en el photocall. Con cara de disgusto preguntaba a su madre cada pocos segundos si podía irse ya, quería que ese momento se acabara de inmediato. Sin embargo, se alargó, posó con sus padres, después con su abuela y más tarde con la familia al completo. Sus gestos de agobio eran más que evidentes.
Poscumpleaños: 'huída' vs presentación en sociedad
Nada más cumplir los 18 años Andrea y Alejandra tomaron rumbos opuestos. La primera decidió poner tierra de por medio y se instaló en Birmingham para realizar un curso de Comunicación en una prestigiosa universidad británica. Por su parte, la segunda optó por abrir al público sus perfiles en redes sociales y demostrar por qué quiere dedicarse al mundo de la moda.
La hija de Belén Esteban hizo desaparecer su cuenta de Instagram para que nadie conociera sus movimientos en su nueva vida. Sin embargo, Alejandra está más activa que nunca en redes y no hay día que no cuelgue al menos tres fotografías y comparta en sus Stories varias historias en las que se muestra cariñosa con su perrita o con su novio, el DJ Álvaro Lobo.
La joven Campos ha multiplicado sus seguidores, en solo dos meses ha sumado 80.000 fans a los 26.000 que tenía antes de poner en versión pública su perfil. En sus fotos podemos verla lucir sus estilismos con personalidad, mostrarse desde todos los ángulos y descubrir sus gustos por la moda, que destaca por vestir prendas de estilo gótico-rock-casual, y por los anillos grandes, algo que ha heredado de su madre. Alejandra está muy lejos de querer esconderse.
Polémicas en su vida adulta: comunicado vs vídeos en redes
A pesar de ser tan diferentes, Andrea y Alejandra comparten el hecho de haber sido señaladas por su físico. La hija de Jesulín (44) tuvo que escuchar las burlas cantadas de una chirigota gaditana que criticaba su aspecto, mientras que la nieta de María Teresa (76) está recibiendo hirientes comentarios que la acusan de fomentar trastornos de la alimentación por su excesiva delgadez así como de haberse operado el pecho y los labios.
Para hacer frente a las polémicas, las jóvenes han vuelto a tomar vías diferentes. Andrea, al ver la magnitud que tomaba todo lo referente a su figura mediática, decidió enviar un comunicado en el que expresaba su deseo de "permanecer ajena a los focos" y pedía respeto para "preservar su intimidad" que en caso de no ser así "procedería a su derecho de tomar medidas legales".
Alejandra, por su parte, ha tomado el toro por los cuernos y se ha presentado 'cara a cara' con sus haters en unos vídeos compartidos en sus Stories de Instagram. "He estado recibiendo comentarios súper duros por parte de gente que no me conoce, acusaciones muy fuerte e innecesarias que hacen daño", explicaba al mismo tiempo que leía los ataques de los usuarios. Pero la joven lo tiene claro: "No voy a volver a decirlo, no voy a borrar mis fotos, no voy a dejar de vestir como visto porque la gente me llame 'oscura' o diga que soy un demonio".